El exvicepresident Oriol Junqueras, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los exonsellers Raül Romeva y Joaquim Forn han aceptado su clasificación en segundo grado y no recurrirán ante el juez para intentar conseguir el tercer grado penitenciario, lo que les permitiría salir a diario de la cárcel para trabajar, según han indicado a este diario fuentes jurídicas de ERC y de la defensa del exconseller de Interior.
La clasificación en segundo grado de los presos del procés por parte de la conselleria de Justicia, que pilota la republicana Ester Capella, generó una polémica política entre Junts per Catalunya (JxCat) y ERC. Los posconvergentes reclamaban a Justicia clasificar a los presos en régimen abierto o tercer grado, lo que les permitiría acudir a prisión solo a dormir.
Según fuentes jurídicas de ERC, de los cuatro presos republicanos solo la extitular de Trabajo Dolors Bassa estudia presentar recurso ante el juez de vigilancia penitenciaria contra la decisión de Justicia de clasificarla en segundo grado, apelación en la que el Tribunal Supremo tendría la última palabra por ser el tribunal sentenciador.
Tampoco Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, tiene previsto recurrir su clasificación en segundo grado. Por su lado, consultada por eldiario.es, la defensa de los otros tres presos de JxCat –Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull– ha declinado hacer comentarios sobre un recurso, pese a que su letrado, Jordi Pina, había reclamado a Justicia su clasificación en tercer grado al entender que los presos cumplían con los requisitos para ello.
Con todo, la negativa a recurrir ante el juez para conseguir el tercer grado no supone que los presos de ERC renuncien a la flexibilización penitenciaria. Según las mismas fuentes, Junqueras, Romeva, Bassa y Forcadell presentarán ante las juntas de tratamiento de sus cárceles –Lledoners y Mas d'Enric– documentación para que los responsables de los centros les apliquen el artículo 100.2 del reglamento, que permite salidas diurnas de la cárcel, incluso a diario, para trabajar o realizar labores de voluntariado.
El artículo 100.2 está controlado por los jueces de vigilancia penitenciaria y, en última instancia, la Audiencia de Barcelona. Pero a diferencia de la clasificación en grado penitenciario, no interviene el tribunal sentenciador, esto es, el Tribunal Supremo, que condenó a penas de prisión de entre nueve y 13 años a los líderes del procés. La Fiscalía se opondrá a una concesión rápida del 100.2 al entender que se trata de un tercer grado encubierto.
En paralelo, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, en prisión desde el 16 de octubre de 2017, aguardan a partir de este martes la decisión de la conselleria de Justicia para disfrutar de su primer permiso penitenciario. De hasta 48 horas, los permisos los concede la conselleria sin autorización del juez y se pueden disfrutar hasta un total de 36 al año. Son salidas puntuales de la cárcel en las que el interno es acompañado en todo momento por un tutor.
Para la concesión de permisos es necesario haber cumplido un cuarto de la pena impuesta. Al haber cumplido casi dos años de prisión preventiva y estar condenados en firme a nueve años, los 'Jordis' son los primeros presos de procés que cumplen un cuarto de la pena. Forn y Rull lo harán este año y el resto a principios de 2021.