Revés judicial a la “restitución” efectuada por Quim Torra. El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha denegado la libertad provisional que solicitaron Jordi Turull y Josep Rull para tomar posesión este miércoles como consellers de Presidencia y Territorio. Llarena pone así un nuevo obstáculo al plan de Torra para que los exconsellers en prisión y fugados repitan en el cargo, que se suma a la negativa del Gobierno central a publicar sus nombramientos en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC).
El magistrado, tal y como se esperaba, mantiene en prisión a Rull y Turull porque en su futura actuación en el nuevo Govern persiste el riesgo de reiteración delictiva. Según Llarena, devolver el cargo a los exconsellers implica que se pueda declarar de nuevo la independencia de Catalunya por la vía de los hechos consumados. “Un eventual retorno de los procesados al Consejo de Gobierno no sólo no desvanece el riesgo de reiteración delictiva, sino que lo potencia”, zanja el magistrado en un auto.
Llarena sostiene que Rull y Turull han mostrado su “determinación” de que “volverían a la ejecución de su plan ilegal” para conseguir la independencia de Catalunya “tan pronto como recuperaran el control de las instituciones” de la comunidad. El magistrado no sólo ve esta intención en los dos exconsellers, procesados por rebelión y malversación, sino también en el president de la Generalitat, Quim Torra.
“El presidente que pretende designarlos ha exteriorizado su voluntad y determinación de impulsar la república independiente ilegalmente declarada”, afirma Llarena sobre el plan de gobierno de Quim Torra, que en su discurso de investidura prometió mantenerse “fiel al mandato” del 1-O, aunque a la vez pidió una reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para dialogar sobre la cuestión catalana. Llarena lo tiene claro: el Govern Torra devuelve a Catalunya al otoño soberanista de 2017.
En su escrito, la defensa de los exconsellers, que ejerce el abogado Jordi Pina, solicitó la libertad provisional para que ambos tomaran posesión del cargo este miércoles. Al contrario de Llarena, la defensa veía en la designación de Rull y Turull “un elemento necesario para el 'acertado retorno del autogobierno'” por el que ha abogado el magistrado en anteriores resoluciones.
En este sentido, la defensa alegó que, en caso de que Llarena apreciara reiteración delictiva en la labor de gobierno de Rull y Turull, el juez podría ordenar de nuevo la prisión provisional. Una súplica que desestima con rotundidad el magistrado. Los nuevos daños al orden constitucional podrían ser “irreparables”, según Llarena. Y añade que Rull y Turull podrían seguir los pasos de Puigdemont y fugarse de España.
Llarena hace suyos los argumentos expuestos la semana pasada por la sala de apelaciones del Supremo para confirmar la prisión provisional de los exconsellers encarcelados el 23 de marzo: los problemas para obtener una respuesta positiva a las euro–órdenes “incrementan”, según la sala y el instructor, la posibilidad de que los encarcelados “consideren como opción atendible” la huida de España.
La pelota ahora sigue entre La Moncloa –que por el momento sigue sin publicar el nombramiento de los consellers propuestos por Torra– y la Generalitat. En una entrevista en El Món a Rac-1 antes de conocer la decisión de Llarena, el president de la Generalitat, Quim Torra, ha mantenido su intención de celebrar el acto y de no “sustituir” a Rull y Turull ni tampoco a los exconsellers nombrados que permanecen en Bélgica, Antoni Comín y Lluís Puig.