Las prisiones catalanas ya han flexibilizado el régimen penitenciario de siete de los nueve presos del procés cuatro meses después de la sentencia del Tribunal Supremo. Los dos últimos presos a los que la prisión de Lledoners (Barcelona) ha aplicado el artículo 100.2, que permite salidas diarias de prisión para trabajar o realizar labores de voluntariado, son el líder de ERC, Oriol Junqueras, y el exconseller de Exteriores Raül Romeva, condenados por sedición a 13 y 12 años de cárcel.
Según ha informado la conselleria de Justicia de la Generalitat, la Junta de Tratamiento de Lledoners ha aprobado permitir a Junqueras y Romeva salir de prisión 6 horas tres días a la semana para trabajar. Se trata de un empleo no relacionado con la política, según explicaron a este diario fuentes jurídicas de ERC cuando Junqueras y Romeva solicitaron el 100.2. Ambos internos reingresarán en la cárcel para dormir y los fines de semana.
La Junta de Tratamiento, integrada por la directora de la cárcel, juristas, psicólogos y educadores, ha acordado aplicar el artículo 100.2 a los dos políticos de ERC, una decisión de aplicación inmediata pero que puede ser recurrida por la Fiscalía y que en última instancia deben ratificar el juzgado de vigilancia penitenciaria y la Audiencia de Barcelona. En la aplicación del 100.2 no interviene la secretaría de medidas penales de la conselleria de Justicia. El año pasado en Catalunya este artículo se aplicó a 405 internos.
Salvo a los exconsellers de JxCat Josep Rull y Jordi Turull, las cárceles catalanas ya han aplicado el 100.2 a todos los condenados por sedición: Carme Forcadell y Dolors Bassa salen entre semana de la cárcel para cuidar de sus madres, Joaquim Forn trabaja en Mediapro, Jordi Cuixart en su empresa de embalajes y Jordi Sànchez realiza labores de voluntariado en una fundación de Barcelona.
La Fiscalía se opone a todas estas salidas, que están pendientes de ser validadas por la Justicia. Este mismo jueves, el fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres, ha argumentado que no es “frecuente” permitir salidas laborales con un periodo tan bajo de cumplimiento de la pena, como es el caso de los presos del procés. “Si la Generalitat ve rehabilitados a los presos debió darles el tercer grado”, ha apostillado.
Junqueras ha cumplido dos años y dos meses de prisión de los trece a los que fue condenado –cumplió dos en prisión preventiva– mientras que Romeva lleva cumplidos dos años, esto es, una sexta parte de la condena. En el resto de los presos a los que se ha aplicado el 100.2 la proporción es similar, salvo en el caso de los 'Jordis', que sí han cumplido un cuarto de la pena.