El comisario de información de los Mossos d'Esquadra el 1-O, Manel Castellví, ha vuelto al Supremo para cerrar su declaración como testigo. Si el jueves su testifical sirvió para las tesis acusatorias, este lunes las defensas han conseguido que Castellví verbalizara uno de sus alegatos: que ningún dirigente político de la Generalitat presionó a los Mossos para conformar el dispositivo de seguridad del 1-O. Castellví ha restado relevancia además a los avisos de violencia que dio al Govern antes de la votación.
Frente a las casi tres horas que duró su interrogatorio por parte de las acusaciones, las defensas han preguntado a Castellví durante media hora. Treinta minutos han sido suficientes para que el comisario –hoy fuera de la primera línea al haber pasado a segunda actividad– haya negado cualquier tipo de injerencia de los exconsellers en los Mossos de cara el 1-O, corroborando así una de las líneas de defensa de los acusados.
A preguntas de Xavier Melero, abogado del exconseller de Interior Joaquim Forn, Castellví ha asegurado que el exconseller no dio “ninguna indicación” ni tuvo “ninguna injerencia” en los planes de los Mossos para el 1-O, que fueron diseñados en su totalidad por la prefectura de la policía catalana, ha agregado.
Sobre la reunión del 28 de septiembre, de la que confesó haber salido “frustrado” porque Puigdemont, Forn y Junqueras ignoraron sus avisos sobre episodios de violencia el 1-O y decidieron salir adelante con la votación, Castellví ha indicado que “en ningún momento” los políticos “reprocharon” las apreciaciones de la jefatura de la policía catalana.
Es más, como ya hizo el jueves, Castellví ha indicado que quienes estaban “molestos” eran los mandos de los Mossos –el major Josep Lluís Trapero y los mandos Ferran López y Joan Carles Molinero– que participaron en la reunión debido a las declaraciones en los medios de los políticos sobre el papel de la policía catalana el 1-O.
En la reunión, ha reiterado Castellví, los políticos no presionaron a los mandos, lo que dejó claro el papel de cada uno: los dirigentes de la Generalitat siguieron impulsando el 1-O pese a los avisos de su policía, mientras que los Mossos cumplirían el auto del TSJC para impedir la votación elaborando su propio dispositivo. En la segunda testifical de la jornada, el comisario de planificación de seguridad, Emili Quevedo, ha ratificado esta tesis y ha dicho que en su trato con Forn, el exconseller “separó la actividad política del Govern de la acción operativa y de cumplimiento de la ley de la policía”.
Esta es precisamente la línea de defensa de Forn y del major Trapero en la Audiencia Nacional frente a las tesis de la Fiscalía que les acusan de confabularse y actuar conjuntamente para facilitar el 1-O. Tanto Forn como Trapero diferencian su papel alegan que los políticos fueron por un lado –impulsando el 1-O– y los policías por otro –cumpliendo el auto del TSJC, algo que las acusaciones rechazan al tildar de insuficiente el dispositivo de los Mossos.
Las previsiones de violencia no se cumplieron
Castellví no se ha desdicho del aviso de episodios violentos que trasladó al Govern, si bien ha desvelado una reunión entre Mossos, Policía y Guardia Civil, también del día 28, en la que según el comisario los tres cuerpos acordaron que “no se preveían actos de violencia” durante el referéndum. “No se preveían actos de violencia y ese era el escenario que se estableció en esa reunión de subcomisión”, ha aseverado Castellví.
Asimismo, Castellví ha dicho que los Mossos se equivocaron en su previsión de que “grupos violentos” podrían infiltrarse en las concentraciones en los centros el 1-O para atacar a la Policía. “Esos grupos no se constituyeron, fue una previsión errónea”, ha indicado. “En contra de las previsiones a los informes policiales, los grupos independentistas considerados más violentos no actuaron en el 1-O”, ha agregado.
Y a preguntas de Marina Roig, abogada de Jordi Cuixart, Castellví ha desvinculado a Òmnium Cultural y la ANC de la violencia, en contra de lo que sostiene la Fiscalía. De ambas entidades, Castellví ha destacado que “siempre” han convocado y realizado sus manifestaciones “bajo la consigna no violencia”. Por este motivo y por la “actitud y resultados en la gestión” de las manifestaciones, ha explicado Castellví, los Mossos consideran “a ANC y Òmnium interlocutores” en las marchas.
Castellví ha insistido en que los Mossos no pudieron conectar las actividades lúdicas que había en los colegios en el fin de semana del referéndum con la consulta del domingo. “Visitamos todos los locales y en cumplimiento del mandato del auto de la magistrada no encontramos evidencias de actividades relacionadas con el referéndum”, ha dicho. En cualquier caso, ha añadido, y de acuerdo al análisis policial de los Mossos, esos colegios “no se podían cerrar”. “Nosotros lo entendíamos así”, ha cerrado.