El señor X que ordenó iniciar y parar las cargas del 1-O no se ha descubierto este lunes. El ex secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto ha seguido los pasos de su antiguo jefe y ha descargado en los mandos operativos de la Policía Nacional y la Guardia Civil la responsabilidad de la actuación policial el 1-O. Pero a diferencia del exministro Zoido, Nieto ha protegido al coordinador del dispositivo policial, Diego Pérez de los Cobos, desvinculándolo de decisiones operativas del dispositivo. Pérez de los Cobos declara este martes y su testimonio es clave para sustentar la acusación de rebelión.
El número dos del exministro Zoido ha acudido a declarar como testigo al Tribunal Supremo con un conocimiento extenso de lo ocurrido en las fechas críticas del procés. Estuvo en Barcelona una semana antes del 1-O y siguió el día votación desde el centro de operaciones de la Delegación del Gobierno. Y lo más importante: Nieto dictó la instrucción general a todos los agentes (consultable al final de esta información) sobre cómo debía intervenirse el 1-O.
Sin embargo, en su declaración como testigo este martes en el Tribunal Supremo, Nieto ha rebajado la importancia de su propia instrucción y se ha desmarcado de su ejecución. Según ha dicho, fueron los mandos de Policía Nacional y Guardia Civil los que “tenían diseñadas las actuaciones, y las actuaciones se iban produciendo”. Es decir, Nieto ponía la teoría, pero los mandos la práctica.
Zoido dejó la decisión de ordenar las cargas del 1-O en los mandos “operativos” de Policía Nacional y Guardia Civil y el coordinador del 1-O, el por entonces coronel de la Guardia Civil y director del gabinete de coordinación y estudios de la secretaria de Estado de Seguridad, Diego Pérez de los Cobos. Los cargos políticos del Ministerio, como Nieto, no tuvieron ningún poder de decisión, afirmó Zoido.
A diferencia de Zoido, Nieto no ha incluido a Pérez de los Cobos entre los responsables de las decisiones concretas del 1-O. “Coordinar no es mandar”, ha defendido Nieto a preguntas del abogado Joaquim Forn, Xavier Melero. Entre las funciones de Pérez de los Cobos, ha reiterado Nieto, “no estaba ordenar algo, sino constatar que el despliegue [de los Mossos] era insuficiente”. Fueron los “responsables operativos de cada unidad” policial, ha continuado Nieto, los que decidieron intervenir el 1-O en cada colegio.
“Criterios puramente operativos”
“Los jefes de cada uno de los cuerpos y los responsables de las distintas unidades, en base a criterios puramente operativos, determinaron la actuación en los colegios y su distribución en función de la cercanía entre unos y otros”, ha aseverado Nieto. Dicha información, han indicado fuentes judiciales a este diario, no se ha aportado al juzgado de instrucción Barcelona que investiga la actuación policial del 1-O en la ciudad. A preguntas de las defensas, Nieto ha negado que los criterios “operativos” incluyeran cargar en los colegios donde tenían que votar Carles Puigdemont, Carme Forcadell, Oriol Junqueras, Artur Mas y otros líderes soberanistas.
También fueron los propios mandos policiales los que decidieron dejar de intervenir en la tarde del 1-O, aunque la jueza había instado a impedir el referéndum durante todo el día. En este sentido, Nieto ha querido dejar claro que no hubo “ninguna orden política o de la autoridad judicial” para que cesaran las actuaciones en los colegios. Fueron los mismos “responsables operativos de cada unidad”, ha reiterado, los que consideraron “más útil replegarse”.
Los motivos por los que Nieto ha explicado esta decisión ya habían sido expuestos en varios informes por Pérez de los Cobos en los juzgados catalanes que investigan la actuación policial: las grandes concentraciones de votantes hicieron que se priorizara “la seguridad de los agentes” a la “eficacia” del cumplimiento de la orden del TSJC para impedir el referéndum. Por contra, Zoido dijo desconocer los motivos que llevaron a frenar la intervención policial e instó a preguntar por ello a “los operativos”.
Pese a que hay más de treinta agentes imputados por su actuación del 1-O –por ejemplo, por aporrear en la cabeza a votantes, algo que Nieto ha dicho que no le consta que sucediera–, el exsecretario de Estado de Seguridad ha dicho que los agentes intervinieron haciendo “el uso mínimo imprescindible de la fuerza”. “Si se hubiera querido hacer un mayor uso de la fuerza, hubiéramos estado amparados por la ley”, ha remachado.
¿Quién sabía cuántos Mossos impedirían el 1-O?
A diferencia de Rajoy y sus exministros, la Fiscalía sí propuso a Nieto como testigo. Con ello el Ministerio Público quiere reafirmar sus dos principales tesis sobre la rebelión. Por un lado, el alzamiento violento en forma de “masas tumultuarias” en los colegios preparadas para impedir la labor policial. Por el otro, la dejación de funciones de los Mossos, supuestamente confabulados con el Govern para facilitar y no impedir el 1-O.
Nieto ha confirmado estas dos tesis, aunque en el primer caso ha hecho una vinculación genérica, a preguntas del fiscal Zaragoza, entre las “masas” y la ANC y Òmnium. A preguntas de las defensas de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que ejercen Jordi Pina y Benet Salellas, Nieto ha matizado que “se infería” que las concentraciones estaban auspiciadas por ANC y Òmnium porque “un número importante” de asistentes estaban vinculados a ambas entidades. “Un número importante de policías y guardia civiles recibieron golpes, vallas, bancos y adoquines”, ha agregado.
Nieto se ha empleado más a fondo para cargar contra el dispositivo de los Mossos d'Esquadra, del que no ha dudado en señalar que fue “insuficiente” y encaminado a “legitimar” el referéndum, más que a impedir su celebración. “Estoy convencido de que si los Mossos de forma clara hubiesen manifestado su voluntad de cumplir el mandato judicial el referéndum no se hubiese celebrado”, ha aseverado.
No obstante, el abogado de Forn, Xavier Melero, ha logrado que Nieto señalara a Pérez de los Cobos como el encargado de determinar si el dispositivo de los Mossos era insuficiente, lo que eleva la importancia de su testimonio. Así, Pérez de los Cobos deberá responder si consideró insuficiente el dispositivo de la policía catalana antes del 1-O.
Y es que los Mossos d'Esquadra en sus sucesivos informes aportados al TSJC (la foto que acompaña a esta información) han asegurado que Pérez de los Cobos dio “el visto bueno” el 29 de septiembre a su dispositivo policial, que contó con 5.400 agentes uniformados de seguridad ciudadana, 850 efectivos de investigación y 900 antidisturbios.
De hecho, Nieto ha afirmado “desconocer” con antelación el número de agentes que los Mossos planearon movilizar el 1-O y ha descartado que algunos colegios amanecieran cerrados por las visitas que durante todo el fin de semana patrullas de la policía catalana realizaron en los días previos. Y al tiempo que criticaba a la policía catalana, Nieto ha reconocido que no se dejó de “prescindir” de los mecanismos de coordinación entre cuerpos el 1-O, en los que el número dos de los Mossos, Ferran López, daba cuenta a Pérez de los Cobos de las actuaciones de la policía catalana.
Incluso fue culpa de los Mossos, a criterio de Nieto, que se incumplieran algunos puntos de su propia instrucción. Por ejemplo, el que fijaba que ante grandes concentraciones de personas en los colegios, las unidades de Policía Nacional o Guardia Civil se replegarían a “puntos seguros”, recayendo la intervención en las unidades de orden público de los Mossos d'Esquadra. Ocurrió lo contrario: los antidisturbios de los Mossos ni se vieron en los colegios el 1-O, mientras los de Policía Nacional y Guardia Civil se emplearon a fondo. Aunque, según Nieto, no fueron “técnicamente cargas”, sino “un empleo de la fuerza”.