Duro castigo del Parlament al president Quim Torra. La Cámara catalana ha aprobado este jueves una moción del PSC en la que le reclaman que se someta a una cuestión de confianza o, si no está dispuesto, que convoque elecciones. La oposición ha evidenciado de esta manera la falta de mayoría del Govern en el pleno, con un bloque independentista en el que cuatro diputados de JxCat están suspendidos, uno de ERC no puede delegar el voto y los cuatro de la CUP le han retirado su apoyo.
La mayoría parlamentaria ha constatado la “inoperancia” del Govern, reprochándole que no haya presentado un proyecto de presupuestos para este año, pese a que había sido reclamado por el Parlament. El vicepresident económico, Pere Aragonès, presentó los números del borrado de los presupuestos ante la prensa, pero no llegó a llevarlos al hemiciclo, al constatar que no tenía suficientes apoyos para aprobarlo. Por esta razón la oposición ha disparado contra el Ejecutivo de Quim Torra, asegurando que “falta al respeto” a los acuerdos tomados por la Cámara.
“Tenemos un Govern que no gobierna, que no respeta los acuerdos del Parlament, que no tiene mayoría y que además ha renunciado a presentar unos presupuestos a esta Cámara”, ha resumido la portavoz socialista Eva Granados. Desde el PSC han señalado que los principales indicadores sociales han ido a peor desde la llegada de Torra a la Generalitat. “Solo hemos visto retroceso”, ha asegurado.
La moción aprobada este jueves es un serio toque de atención a la coalición de JxCat y ERC, pero tendrá pocos efectos prácticos. Pese a la debilidad del Govern, la oposición tampoco tiene mayorías para sacar adelante una moción de censura, porque no hay un candidato alternativo a Torra que suscite los apoyos de toda la oposición, que va del PP a la CUP. En vista de esto, el pasado martes el Govern retó a la oposición a proponer una moción de censura o dejar de bloquear la investidura.
El contraataque de los partidos del Govern ha ido en la misma dirección. La portavoz de ERC Anna Caula ha reclamado a la oposición que pasen de la crítica y traten de consensuar un candidato alternativo. “Sean valientes y planteen una moción de censura”, ha reiterado la diputada. También el vicepresident del Parlament, Josep Costa, ha calificado la iniciativa de “moción de confianza encubierta”, rechazando que haya un pérdida de confianza del Govern en vista de que mantiene los mismos votos con los que Torra fue investido, es decir, los de JxCat y ERC. “No aceptaremos que se dé a entender que ha habido una pérdida de confianza en base a unos votos usurpados por los tribunales”, ha proclamado Costa.
Los miembros del Ejecutivo, comenzando por el propio Torra, han negado reiteradamente en las últimas semanas que tenga intención de someterse a una cuestión de confianza o de convocar elecciones en este momento. En el Govern cuentan con que los diputados suspendidos que se presentan a las elecciones generales o europeas dejen sus escaños en el Parlament, con lo cual recuperarían su efectividad. Si eso llega a ocurrir, pasado el ciclo electoral la coalición de gobierno tendría 66 diputados de los 135 de la Cámara, con lo que solo necesitarían la abstención de la CUP para sacar adelante su acción legislativa.
Para aprobar el varapalo al Govern de este jueves ha sido clave la posición de la CUP, que ha decidido no participar en la votación. Pese a que los anticapitalistas se abstuvieron en la investidura de Quim Torra, la formación se ha ido alejando de la política del Govern durante los últimos meses. Este jueves además los anticapitalistas han reclamado a Torra que convoque elecciones, sumándose al resto de la oposición. Con todo, la portavoz María Sirvent ha cargado con dureza contra el PSC, promotores de la iniciativa, por su apoyo al 155.