Si juez y acusaciones querían encontrar en el coronel Diego Pérez de los Cobos las claves sobre la cadena de mando del operativo del 1-O, el resultado no ha sido el deseado. El coordinador policial del 1-O ha vuelto a defender su papel peculiar el día de la votación: coordinó el operativo, pero no ordenó nada a los agentes, según han explicado fuentes presentes en la declaración de Pérez de los Cobos como testigo ante el juez que investiga la actuación de la Policía en la capital catalana.
Al igual que el exsecretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto, Pérez de los Cobos ha vuelta a descargar en los ocho inspectores jefes de las unidades antidisturbios las decisiones concretas sobre en qué centros intervenir y cómo y cuándo hacerlo. Con todo, ha defendido que los agentes usaron los “medios menos gravosos” para impedir el referéndum. Nieto indicó a los acusaciones que preguntaran a Pérez de los Cobos por los detalles operativos, pero el coronel ha negado la mayor y se ha situado fuera de la cadena de mando.
Ante la insistencia de las acusaciones, Pérez de los Cobos ha señalado que por encima de les jefes de las unidades había varias escalas de mandos intermedios, pero no las ha sabido identificar porque ha insistido en que él no formaba parte de la cadena de mando del operativo. El juez instructor y las acusaciones se llevan de la sesión de este jueves deberes para el verano: investigar qué mandos ocupaban estos puestos intermedios del operativo.
De hecho, con las únicas personas que Pérez de los Cobos ha dicho que mantuvo un mínimo contacto el 1-O fueron los jefes en Catalunya de Policía Nacional y Guardia Civil, Sebastián Trapote y Ángel Gozalo, y la magistrada del TSJC que ordenó a los cuerpos policiales impedir la votación, Mercedes Armas.
En este sentido, Pérez de los Cobos ha revelado que se telefoneó dos veces con Armas y acudió a su despacho al mediodía junto al major de los Mossos Josep Lluís Trapero. Según las mismas fuentes, Pérez de los Cobos ha rehuido dar detalles de las conversaciones con los altos mandos, si bien ha dicho que la magistrada “nunca puso objeción alguna” a la intervención policial.
Cabe recordar que en la causa que se sigue en el juzgado de instrucción 7 de Barcelona se presentaron casi 300 partes de lesiones por la actuación policial en 27 centros de la ciudad. En este sentido, Pérez de los Cobos, como ya hizo en el Supremo, ha defendido que la actuación policial fue “proporcional” y que si no se actuó en más centros fue porque se priorizó evitar los daños en agentes y ciudadanos.
A pesar de declarar en una causa centrada en la intervención de la Policía Nacional y en la que se investiga a más de 40 agentes por lesiones, Pérez de los Cobos ha aprovechado para retomar su duelo particular con el major Josep Lluís Trapero. Según las mismas fuentes, Pérez de los Cobos ha dedicado buena parte de su intervención a sortear las preguntas sobre el dispositivo para culpar a la policía catalana del fracaso del operativo.
Es más, Pérez de los Cobos ha sostenido que si la cúpula de los Mossos hubiera comunicado al Govern “más determinación” para impedir el referéndum, el Ejecutivo de Puigdemont hubiese desconvocado la votación, obviando que la prefectura de los Mossos sí pidió al expresident suspender el 1-O.
En suma, el paso del coronel por el juzgado 7 de Barcelona ha servido de calentamiento para la batalla definitiva entre Pérez de los Cobos y Trapero que se librará en el juicio contra el major en la Audiencia Nacional, pero ha arrojado nulas novedades sobre lo que Audiencia de Barcelona, juez y heridos quieren saber: quién dio las órdenes a la Policía el 1 de octubre. Todo ello mientras los magistrados de la Audiencia han reiterado que se debe llevar a cabo una investigación “global” del operativo y han ordenado reabrir las causas en dos colegios que el juez había archivado.