A diferencia del juicio del procés, ninguna defensa ha pedido este jueves en la Audiencia Nacional un careo entre el coronel de la Guardia Civil y coordinador del dispositivo del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, y el comisario de los Mossos d'Esquadra, Ferran López. Ambos mandos policiales han mantenido sus contradicciones a cuenta del dispositivo del 1-O pese a que, tras su paso por el Supremo, se llamaron para abordar las “supuestas discrepancias”, en palabras de Pérez de los Cobos, entre sus respectivos relatos.
Las versiones distintas entre ambos mandos no solo se han mantenido diez meses después de su paso por el Tribunal Supremo, sino que afectan a aspectos nucleares del operativo del 1-O por el que la Fiscalía pide once años de prisión por rebelión para el major. A su vez, estos detalles clave del dispositivoacorralan a Trapero porque fueron censurados con contundencia por el Supremo –instancia que revisará la sentencia del major en la Audiencia Nacional.
El papel del binomio y Pérez de los Cobos
La palabra “binomio” se repitió a lo largo de varias sesiones en el juicio del procés y ha vuelto a la vista de la Audiencia Nacional. Es una de las principales contradicciones entre Pérez de los Cobos y López. Se trata de la pareja de mossos d'esquadra de seguridad ciudadana, sin dotaciones antidisturbios, que estuvo en cada uno de los 2.300 centros de votación el 1-O.
Según la versión de Pérez de los Cobos, él no acordó ni validó los binomios en los centros porque, para empezar, López no mencionó este término en las reuniones de coordinación, sino que habló de “dotaciones de pequeña entidad”. Por contra, Ferran López ha afirmado este jueves que el coronel “no puso objeción alguna a la actuación de una pareja de mossos el 1-O”.
Fueran binomios, parejas o dotaciones de pequeña entidad, el papel y alcance de esta primera actuación de los Mossos también ha sido explicado de forma distinta por ambos mandos. Pérez de los Cobos declaró que nada se habló en las reuniones previas entre mandos de que los binomios estarían “todo el día” en los colegios y que entendió que la presencia a primera hora en los centros sería “la avanzadilla” de inmediatas intervenciones de orden público, algo que no ocurrió y que a su juicio contribuyó a dar “legitimidad” a la votación al asemejarla a unos comicios legales.
Versión distinta ha dado López, que ha explicado que en las reuniones de coordinación se acordó la presencia toda la jornada de los binomios en los centros para ser los ojos del dispositivo sobre el terreno y avisar de los momentos con menor afluencia de votantes para que las unidades de orden público acudieran a clausurar los locales. “Entendimos que teníamos todo el día para dar cumplimiento al auto de la magistrada y cerrar los centros”, ha argumentado López. Los agentes de Policía Nacional y la Guardia Civil recibieron una orden sensiblemente distinta, ya que el entonces secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto priorizó las intervenciones entre las 7:00h. y las 10:00h.
La interpretación que haga el tribunal de la Audiencia Nacional del papel de los binomios puede ser determinante para el futuro penal del major. No en vano, en una de las pocas referencias directas al operativo policial del 1-O, el Supremo concluyó que el binomio “supuso una neutralización de la capacidad operativa” de los Mossos el 1-O y que fue producto de la “ordenación” del cuerpo policial con los “objetivos políticos” independentistas. En otras palabras, que la pareja de agentes se desplazó a los centros no para impedir la votación sino para facilitarla.
La actuación previa al 1-O
Pérez de los Cobos no dejó pasar la oportunidad para cargar contra los binomios y tildarlos de “una de las deficiencias” del plan “perverso” de los Mossos el 1-O. Y casi repitió las expresiones de la sentencia del Supremo al concluir que los binomios “tuvieron como finalidad disminuir el potencial de actuación de los Mossos para dar legitimidad” a la votación.
Pero no solo la actuación de los Mossos el 1-O ha sido objeto de controversia entre ambos mandos, sino también la del fin de semana previo. Mientras López ha negado cualquier “reproche” de Pérez de los Cobos por no haber cerrado los centros el viernes o el sábado en su última conversación ya a altas horas de la noche del 30 de septiembre, el coronel afirmó que las visitas previas de los Mossos a los centros, donde avisaron a los concentrados de que el 1-O deberían abandonarlos “más que cerrar los locales fueron para avisar de a qué hora llegarían el 1-O y en qué condiciones no actuarían”.
Otra vez los dardos del coronel seguían la senda de la sentencia del procés del Supremo, que avaló la “inhibición” de Policía y Guardia Civil frente a la ocupación de centros antes del 1-O porque los responsables de los cuerpos estatales y el propio Pérez de los Cobos “habían creído” que los Mossos actuarían el 1-O en vez de desplegar un dispositivo “a todas luces insuficiente” y con “una verdadera voluntad obstruccionista” al mandato judicial de impedir la votación.
Asimismo, mientras López ha defendido que la jefatura de los Mossos envió a todos los agentes las pautas de actuación para cerrar los centros para que fueran “transparentes, universales y facilitar el cumplimiento del auto” para impedir el referéndum, Pérez de los Cobos lo ha visto como un movimiento de la cúpula de los Mossos para que los concentrados en los centros supieran como actuaría la policía y fomentar así la resistencia en los colegios.
¿Cuándo se quiebra el dispositivo?
El momento de quiebra del dispositivo conjunto entre Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil el 1-O es otra de las discrepancias entre ambos mandos. Mientras Pérez de los Cobos la situó a primera hora de la mañana del 1-O debido a la “inacción” de los Mossos, López ha defendido que no tiene constancia oficial de la misma hasta que Trapero se lo comunica pasado el mediodía.
López se ha mostrado extrañado por el hecho de que, justo antes del mediodía, el entonces delegado del Gobierno en Catalunya Enric Millo mostrara a la prensa el correo que él mismo envió a Pérez de los Cobos con la petición de ayuda para cerrar centros. “Entendí que todavía estábamos en dispositivo conjunto”, ha respondido López a la abogada de Trapero, Olga Tubau. La letrada conseguía así una respuesta favorable a su tesis de defensa, esta es, que fue Pérez de los Cobos quién rompió el dispositivo pactado sin avisar a los Mossos ni reprocharles entonces la supuesta “inacción” que ahora censura.
¿Pérez de los Cobos coordinó o mandó?
De lo declarado bajo obligación de decir verdad por López, se desprende que Pérez de los Cobos estaba plenamente al tanto del dispositivo de la policía catalana días antes de la votación, y por lo tanto tenía que conocer los fallos que ahora critica. Por contra, Pérez de los Cobos negó conocer los detalles no solo del plan de Mossos d'Esquadra el 1-O, sino también del de Guardia Civil y Policía Nacional. Ante la insistencia de la letrada de Trapero sobre cómo se puede coordinar un dispositivo del que no se saben los planes operativos, Pérez de los Cobos reiteró que su “verdadera preocupación” era “la voluntad de los Mossos” de impedir el referéndum “más que cómo lo iban a hacer”.
Es más, López ha situado este jueves al coronel como algo más que un mero coordinador del dispositivo cuando tras el referéndum la magistrada Mercedes Armas se dirigió a él para que le hiciera llegar un informe con lo que había hecho cada cuerpo aquella jornada. Es decir, que fue Pérez de los Cobos quien, a petición judicial, pidió cuentas a los Mossos sobre su actuación, situando así al coronel por encima de los mandos de la policía catalana. “Si alguien tenía que dar explicaciones a la magistrada era el señor Pérez de los Cobos”, ha sostenido. El coronel fue contundente y reiteró en varias ocasiones que su labor de coordinador no implicaba en ningún caso labores de mando ya que de haber sido así su primera decisión hubiera sido “apartar” a Trapero del cargo de major.
La discrepancia sobre el papel de los mandos
Si bien no es una contradicción estricta sobre los hechos del 1-O, las declaraciones de López y Pérez de los Cobos han puesto de manifiesto una concepción opuesta de varios aspectos de la labor policial, en especial de la de los mandos. Mientras López ha defendido que las decisiones sobre el 1-O se tomaban tras debatirlas el conjunto de la cúpula de los Mossos d'Esquadra junto al major Trapero, Pérez de los Cobos ha mostrado tener una concepción distinta de la cadena de mando. “En los cuerpos de seguridad el mando es unipersonal y no se comparte ni se delega nada, entre otras cosas porque por algo se cobra más a final de mes”, zanjó.