Era el principal testigo de la Fiscalía y este lunes ha demostrado el porqué. El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, coordinador del dispositivo policial del 1-O, ha bombardeado a lo largo de sus tres horas de declaración el pilar de la defensa del major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. Si el major puso todos sus esfuerzos en mostrar al tribunal de la Audiencia Nacional su distancia y enfrentamiento con el Govern, el coronel ha situado a Trapero “alineado” con el Ejecutivo de Carles Puigdemont para facilitar la votación en vez de impedirla, tal y como le había ordenado la Justicia.
En una dura testifical, Pérez de los Cobos ha mostrado que, lejos de atenuarlo, el paso del tiempo ha agrandado el conflicto que mantiene con el major desde los días previos al 1-O. En los primeros compases de la comparecencia Pérez de los Cobos ha revelado que, de haber tenido funciones de mando sobres los Mossos, hubiera apartado a Trapero del cargo de major, algo que no dijo en el Tribunal Supremo. El motivo, los “palos en las ruedas” que, según el coronel, Trapero ponía “permanentemente” en la coordinación del dispositivo.
El desencuentro sublimó en la reunión de la Junta de Seguridad entre Gobierno y Generalitat del 28 de septiembre, a tres días de la votación. En el encuentro, según Pérez de los Cobos, Trapero estuvo “alineado” con los planteamientos de Puigdemont y mantuvo “los mismos argumentos” que los representantes de la Generalitat en relación a la defensa de la convivencia ciudadana como excusa para no cumplir el mandato judicial de impedir el 1-O. “En ningún caso ninguno de los representantes de la Generalitat en la reunión, incluido Trapero, habló de impedir el referéndum”, ha apostillado el coronel.
Pérez de los Cobos se ha declarado además “sorprendido” de que Trapero no pidiera a Puigdemont, al igual que él y el resto de representantes del Gobierno, suspender el 1-O para de esta forma no afectar a la convivencia ciudadana. La consecuencia de todo ello fue, a criterio de Pérez de los Cobos, que el dispositivo de Mossos el 1-O “parecía orientado a cubrir unas elecciones legales”. Lo mismo piensa la Fiscalía, que pide once años de cárcel por rebelión para el major.
Un operativo “perverso”
El coronel no se ha ahorrado adjetivos para criticar el dispositivo de los Mossos. Ha calificado de “perverso” el operativo de la policía autonómica el 1-O. “Se movieron entre la pasividad y el obstruccionismo”, ha afeado Pérez de los Cobos. “Permanentemente se vislumbra que es un plan para dar cobertura, para cubrir un evento multutidinario y legal y evitar que ocurrieran problemas de orden público” y no para impedir un acto ilegal, ha aseverado el coronel.
En su relato al 1 de octubre de 2017, Pérez de los Cobos ha relato que la actitud “renuente” del major Trapero les hacía pensar, a él y sus colaboradores, que los Mossos podrían incurrir en pasividad la jornada del referéndum ilegal. “Pensamos que en algún sitio no se podría empeño y que se arrastrarían los pies”, ha afirmado, para a renglón seguido exponer los tres escenarios en los que trabajaba respecto a los Mossos: colaboración, un segundo de “pasividad” y el tercero de “obstruccionismo”. “Pensamos que sería entre la primera y la segunda y estuvo entre la segunda y la tercera. Nos equivocamos”, ha reconocido el testigo.
Lo “perverso” del operativo de los Mossos, según Pérez de los Cobos, no era solo la pareja de agentes que la policía autonómica envió a cada centro, sino también un número total de efectivos “insuficiente”; un sistema de petición de refuerzos “absolutamente laberíntico e ineficaz”; o la no intervención de los antidisturbios de los Mossos. Pero el coronel ha ido más allá al insinuar que los Mossos filtraron sus pautas de actuación el 1-O para facilitar la votación y al afirmar que las patrullas de la policía autonómica visitaron durante el fin de semana los centros “más que cerrarlos para avisar de a qué hora llegarían el 1-O y en qué condiciones no actuarían”. Incluso ha añadido que hay algún vídeo “jocoso” en redes con esa representación por parte de agentes de la policía autonómica.
“Todos estos elementos son aisladamente perversos para la finalidad de evitar referéndum, en su conjunto lo eran más; y lo eran aún más si se filtran y son de conocimiento público por parte de los convocantes”, ha proclamado el coronel, que ha lanzado una pregunta para cuestionar una vez más el papel de los Mossos: “¿Por qué si había 6.000 policías y guardias civiles nadie supo con antelación ni a qué hora iban a intervenir ni con qué criterios y sin embargo todo el mundo supo cuando iban a intervenir los Mossos? Seguramente alguien procuró que se supiera”.
El coronel de la Guardia Civil ha citado en un par de ocasiones la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés, que viene a respaldar sus tesis. La primera vez, cuando aludía al fallo diciendo que Trapero hizo una interpretación “interesada” del auto de la jueza Mercedes Armas, el fiscal Carballo le ha cortado. Más adelante, De los Cobos ha logrado citar el fallo cuando el Supremo se refiere al dispositivo “ineficaz e ineficiente” de los Mossos para el 1-O.
La censura de Pérez de los Cobos a los Mossos por el 1-O ha llegado al punto de afear que los escoltas del president Puigdemont y los exconsellers les acompañaran a votar, esto es, “a participar en una actividad ilegal”. “Me parece insólito. Es como si les acompañan a comprar droga”, ha comparado.
Trapero, sin “afán de colaboración”
“No vi en ningún momento afán de colaboración o petición de apoyo” en Trapero, ha continuado Pérez de los Cobos cuando ha recordado los planes para impedir el 1-O que había ordenado el fiscal superior de Catalunya, el ya fallecido José María Romero de Tejada. Su enfrentamiento con Trapero ha aflorado desde el primer momento de su declaración. “El señor Trapero manifiesta al fiscal que mi nombramiento es una afrenta y una injerencia y el fiscal le dice que mi labor no es de mando sino de coordinación y que no se ponen en duda competencias de los Mossos”, ha destacado Pérez de los Cobos.
También ha querido dejar claro Pérez de los Cobos que sus labores no eran de mando y que no dio “ninguna orden” ni a Mossos, ni a Policía ni a Guardia Civil, sino que sus funciones eran “establecer una labor común y un foro de los tres cuerpos sobre la situación a la que nos vamos a enfrentar y armonizar las tareas de apoyo y auxilio mutuos”.
Ha negado instrucción alguna para cesar o disminuir las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado el 1-O y ha vinculado la reunión que ese día al mediodía mantuvo con la magistrada Mercedes Armas y el major a un intento de Trapero para que Policía y Guardia Civil dejaran de intervenir en los colegios. La jueza, añade, no impartió ninguna orden y él y Trapero, al término de la misma, se reprocharon mutuamente las actuaciones policiales.
Pérez de los Cobos enmarca que se redujeran las intervenciones según avanzó el día a que la instrucción del secretario de Estado de Seguridad se decía que había que concentrar los esfuerzos entre las 7.30 y las 10:00 de la la mañana y que en la misma se decía que debían ser “rápidas y eficaces” para que no resultaran perjudicados agentes y ciudadanos. Lo ocurrió, añade el coronel, fue que, “a partir de un determinado momento se incrementa la violencia” y eso provoca que las actuaciones policiales fueran “más prolongadas en el tiempo y más costosas”. “Cada vez hay menos locales donde actuar sin daños irreparables”, dice.
Y ha remarcado, al contrario de lo que sostuvo en el Supremo el número dos de Trapero, el comisario Ferran López –que declara este miércoles–, que no conoció ni avaló el dispositivo de los Mossos del 1-O. “Ellos y solo ellos diseñaron el dispositivo y fueron muy celosos en que esto fuera así”, ha zanjado.