El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha dado por hecho este martes en Rac–1 que su formación acudirá a las elecciones europeas con el PNV. Fuentes de los nacionalistas vascos consultadas por este diario matizan que, aunque mantener la coalición clásica es también su deseo, por el momento no han recibido ningún “anuncio oficial” y están a la espera de que las formaciones surgidas de Convergència decidan cómo pretenden concurrir.
Lo que esperan en Sabin Etxea, sede bilbaina del PNV, no es poca cosa. Desde que la coalición nacionalista catalano-vasca se presentara por última vez a las elecciones europeas, CiU ha desaparecido y el espacio de Convergència ha sufrido importantes transformaciones hasta el punto de convivir hoy tres marcas: la Crida de Carles Puigdemont, la lista de Junts per Catalunya en el Parlament, y el PDeCAT, heredero directo de la antigua marca de Artur Mas. Cuál de todas ellas se impondrá ante las elecciones europeas es, por el momento, una incógnita.
Para el PNV, concurrir con sus tradicionales aliados catalanes es una prioridad, pero no darán nada por hecho hasta que estos no aclaren su situación. El partido de Andoni Ortuzar ha mantenido largas conversaciones con el PDeCAT, la formación catalana con quien mejor se entiende, y ya tiene atado un pacto con Coalición Canaria y Compromiso por Galicia. El entorno de Puigdemont había tanteado la opción de pactar una lista con el PNV y Bildu, algo que hubiese presionado a ERC para unirse a la fórmula, pero tanto ERC como el PNV vetaron la opción.
Además de las siglas, los postconvergentes deben elegir también a sus candidatos. Por el momento hay dos nombres que suenan con fuerza: el exconseller encarcelado Jordi Turull y el abogado de Puigdemont, Jaume Alonso Cuevillas. El primero, según avanzó este lunes Nació Digital, se habría ofrecido para encabezar la lista. El segundo ha ganado importante relevancia pública con las causas judiciales en España y el extranjero contra Puigdemont y ha sido una opción electoral que el expresident siempre se ha guardado en la manga.
El PNV mantiene un respetuoso silencio sobre la posibilidad de acudir a las europeas con un exconseller encarcelado como cabeza de lista. Pero es evidente que entre el nuevo ideario independentista del centro-derecha catalán y las siglas centenarias del PNV hay importantes diferencias políticas. Tantas que podría hacerse cuesta arriba diseñar una campaña conjunta, con participación mutua en los actos y un programa compartido, más allá de la lista conjunta.
Es por eso que, para los nacionalistas vascos, no es lo mismo que sus compañeros de viaje sean los moderados del PDeCAT, abiertos por ejemplo a aprobar las cuentas de Pedro Sánchez, que el grupo más cercano a la familia política de Puigdemont y el president Quim Torra. Y más cuando sus principales rivales de Bildu irán junto a ERC en una coalición que priorizará el eje izquierdista tratando de evitar estridencias en el plano nacional.