La guerra interna de ERC, que se fue cocinando a fuego lento y saltó por los aires tras los malos resultados de las autonómicas del pasado 12 de mayo, se ha trasladado también a la celebración del congreso de la formación en la que se dirimirá quien se hace cargo del partido.
Oriol Junqueras, presidente del partido hasta el pasado junio y aspirante a la reelección, reclamó esta semana que se adelantara la celebración del evento, previsto inicialmente para el 30 de noviembre.
La petición de Junqueras llegó al mismo tiempo que el sector afín a la actual Secretaria General, Marta Rovira, intensificaba los contactos con la militancia para ultimar una candidatura alternativa.
Este jueves, más de un tercio de los consejeros nacionales de ERC han reclamado el adelanto del congreso para escoger la nueva ejecutiva del partido, tal y como hizo Junqueras.
Según ha avanzado Catalunya Ràdio, más de un centenar del total de 300 consejeros nacionales han firmado la petición para obligar a la ejecutiva de ERC a debatir el adelanto del congreso.
Se prevé que registren la solicitud formal durante los próximos días y esto obligaría a convocar un consejo nacional extraordinario para abordarlo. Si se aprobara el adelanto, los republicanos podrían situar el congreso un mes antes del previsto, a finales de octubre.
Durante los últimos meses Junqueras ha llevado a cabo una intensa campaña de contacto con las bases por todo Catalunya para sumar apoyos a su candidatura. El expresidente de ERC, con todo, se ha desvinculado de la petición de estos consejeros de adelantar el congreso, según fuentes cercanas al dirigente citadas por la agencia ACN.