“No es el fin de mi viaje”. Carles Puigdemont ha vuelto este sábado a Bélgica pero no prevé dejar la maleta en el altillo. El expresident de la Generalitat ha anunciado que quiere viajar “por toda Europa” para defender la libertad de los presos. Además, el viaje de Puigdemont pasa por seguir influyendo en la política española. El expresident ha pedido al presidente del Gobierno que muestre “la receta Sánchez, si existe” para Catalunya. “El periodo de gracia se acaba, también para el presidente Sánchez”, ha avisado Puigdemont.
El expresident de la Generalitat ha situado a la vuelta del verano el fin de este periodo de gracia y ha confiado en que Sánchez vuelva de vacaciones “con los deberes hechos”. Su partido, el PDeCAT, ya se ha encargado de recordar en el Congreso que el apoyo a la moción de censura no es un cheque en blanco para el resto de la legislatura y este viernes, junto a Unidos Podemos y ERC, tumbó la aprobación del techo de gasto.
De cara al futuro de la legislatura, Puigdemont, a preguntas de los periodistas, ha señalado personalmente a la diputada del PDeCAT en el Congreso y nueva vicepresidenta del partido, Míriam Nogueras, como la encargada de responder si los exconvergentes apoyarán los presupuestos y el resto de iniciativas del PSOE. “No puedo precisar nada porque no hago política en Madrid”, ha alegado Puigdemont.
No obstante, el expresident se ha encargado de recordar la nueva estrategia de los independentistas en Madrid, lanzando otra advertencia al Gobierno: “Sánchez tiene que poner hechos sobre la mesa. Es de sentido común. Si uno recibe los votos para ser presidente es normal que se esfuerce un poco para mantenerlos”.
Las peticiones de Puigdemont y Torra para que el Gobierno central se comprometa con la autodeterminación de Catalunya son igual de reiterativas que las negativas del Ejecutivo de Sánchez a acordar un referéndum, que ve contrario a la Constitución. Pese a la coincidencia entre ambos gobiernos sobre la existencia de un problema político en Catalunya, las posiciones permanecen alejadas sobre la solución.
Torra, a quien su antecesor ha quitado los titulares, se ha limitado a secundar la posición de Puigdemont. Ha insistido en que su Govern prioriza el diálogo, pero que la conversación debe versar sí o sí sobre la autodeterminación de Catalunya. “Esta legislatura va sobre el derecho a la autodeterminación, no puede ir de otra cosa porque tenemos presos y exiliados por haberlo ejercido”, ha justificado.
Todo ello en la víspera de la semana en que por primera vez en siete años se reunirá la comisión bilateral Generalitat-Estado que acordaron reactivar Torra y Sánchez en su primer encuentro en Moncloa. En el orden del día la Generalitat ha incluido el referéndum y la situación de los presos.
Puigdemont ha sido recibido en Bruselas, donde ha llegado procedente de Alemania, por los exconsellers que, como él, huyeron al extranjero en noviembre y que nueve meses después son libres para viajar a todos los países de Europa salvo España, donde serían encarcelados. También han viajado a Bruselas para celebrar la vuelta a Bélgica del expresident su sucesor, Quim Torra, así como varios consellers.
En rueda de prensa desde la Delegación de la Generalitat ante la Unión Europea, Puigdemont y Torra han coincidido en que “no es un día alegre” porque, pese a la victoria frente al Supremo de los que se marcharon al extranjero, los exconsellers en España permanecen en la cárcel. Los planes inmediatos de Puigdemont pasan por Bélgica y Europa. Desde la llamada Casa de la República en Waterloo, el expresident pilotará el Consell de la República, un ente formalmente desvinculado del Govern para internacionalizar la causa soberanista.