A medida que se acerca la fecha del 1 de octubre el Govern intenta sacudirse la inquietud por los preparativos del referéndum, que tomaron dimensión de crisis con el cese del conseller de Empresa, Jordi Baiget, por dudar de la votación. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reafirmado este miércoles el compromiso de su Ejecutivo con el referéndum y, aunque ha descartado nuevos cambios inminentes en el Govern, ha advertido de que podría llevarlos a cabo. “Si hace falta lo haré en la legislatura actual, pero no hace falta ahora mismo”, ha afirmado.
Puigdemont ha enmarcado el cese de Baiget en una situación de “máximo acoso del Estado” y en la necesidad de que el Govern tenga “máxima autoexigencia” con la ciudadanía en el camino hacia el referéndum. En este contexto, a juicio de Puigdemont, hay un elemento que debe fundamentar las relaciones en el seno del Ejecutivo: la confianza. Puigdemont ya usó esta palabra para instar a la CUP a conformar una “cadena de confianzas” cuando los anticapitalistas le dieron sus votos en septiembre pasado para superar su cuestión de confianza.
“¿Por qué hago tanto énfasis en la confianza? Honestamente, difícilmente podemos pedir a la ciudadanía que confíe en su Govern si el Govern no se la aplica. Y ahora el Ejecutivo pide la máxima autoexigencia”, ha aseverado el president este miércoles.
Con todo, el mensaje transmitido por Puigdemont desde el atril del Parlament parece ir más dirigido hacia los consellers de su partido, el PDECat, que a los de ERC tras la brecha abierta entre el partido y el president por el cese de Baiget –un hombre de confianza de Artur Mas– y el uso del fracaso del concurso de las urnas por parte de la consellera investigada, Meritxell Borràs (PDECat), en su defensa ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
En este sentido, Puigdemont ha indicado que la confianza “no tiene nada que ver con las ideologías y las opiniones”. Y ha añadido: “Tengo confianza en gente que piensa diferente a mí, y esto pasa dentro del actual Govern”.
Asimismo, Puigdemont ha salido el paso del supuesto rechazo de Junqueras a coordinar el referéndum publicado este miércoles por El País. El president ha reafirmado que nada ha cambiado desde que, tras superar la cuestión de confianza, encargara a su vicepresident los preparativos del referéndum. “Junqueras tiene el encargo de organizar el referéndum y lo está haciendo”, ha zanjado Puigdemont.
El president, además, ha lanzado varios dardos hacia el rotativo del grupo Prisa en su respuesta al líder popular en el Parlament, Xavier García Albiol, que le había preguntado sobre “la información que publica hoy un medio de reconocido prestigio”, sin citar explícitamente a El País. “Me tendrá que decir qué entiende por un medio de reconocido prestigio, porque en los últimos días hemos visto publicada cada barbaridad...”, ha respondido Puigdemont, que antes de dedicarse a la política fue periodista.
Arrimadas ve un cese “por sinceridad”
Los grupos de la oposición han cargado contra el cese de Baiget y han augurado el fracaso del referéndu,. Para la jefa de la oposición, Inés Arrimadas (Ciutadans), Puigdemont fulminó a Baiget “no por no solucionar los problemas de su sector sino por sinceridad”. Y ha zanjado: “Baiget se atrevió a decir en público lo que muchos de ustedes dicen en privado”.
Por su lado, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha dado por “agotada” la legislatura debido a la “falta de credibilidad” del Govern. Lluís Rabell, de Catalunya Sí Que es Pot, ha atizado con dureza parlamentaria a Puigdemont: “Si no es capaz de cohesionar a su Govern, cómo lo hará con la sociedad catalana”. Y Xavier García Albiol (PP) ha visto en el cese de Baiget la muestra de que el “régimen independentistas” tiene “grietas”.
Solo la CUP no ha criticado el modo en que Puigdemont fulminó a Baiget, aunque los anticapitalistas han criticado a su sustituto, Santi Vila, por ser, en palabras del diputado Benet Salellas, “uno de los miembros destacados anti-CUP del Govern”.