Jornada de resaca en el Parlament tras el anuncio de este miércoles por parte del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, de someterse a una cuestión de confianza en septiembre. La CUP, en estado de división interna, ha querido tender la mano al ejecutivo, ofrecimiento al que Puigdemont ha respondido de forma fría. La diputada cupaire Mireia Boya ha valorado la cuestión de confianza como una oportunidad para “reafirmar el acuerdo en base a una hoja de ruta compartida” y acercarse a la independencia, “un objetivo al que no llegaremos si no sumamos”. El president se ha mostrado tajante: “Los mejores puentes son los que no se dinamitan”. Los independentistas tienen tres meses para reconstruirlos.
La CUP se enteró este mismo miércoles del plan de Puigdemont una vez consumado el rechazo de los presupuestos. La intención de convocar una cuestión de confianza, de hecho, la conocían un número muy reducido de colaboradores del president. Los partidos de la oposición han reclamado a Puigdemont un cambio de rumbo en la legislatura para conseguir su apoyo en la cuestión de confianza, pero el sucesor de Artur Mas en la Generalitat se ha reafirmado en el plan soberanista: “Lamento mucho decepcionarle, pero esto no se ha acabado”, ha dicho Puigdemont al líder del PP, Xavier García Albiol.
Puigdemont, pese a valorar que se abriría una ventana para el referéndum si las elecciones del 26J llevan a Unidos Podemos a la presidencia del Gobierno, se ha mostrado escéptico sobre este escenario. De hecho, ha preguntado a Catalunya Sí que es Pot qué hará en la cuestión de confianza si la candidatura de Pablo Iglesias no gana las elecciones. “¿Piensan hacer viable la hoja de ruta que tiene dos millones de personas detrás si el referéndum es inviable?”, ha inquirido.
Tanto CSQEP como el PSC han intentado, sin éxito, que Puigdemont reconsidere el plan soberanista, y han valorado que la legislatura ha desembocado en una cuestión de confianza porque, por un lado, el independentismo no logró una mayoría suficiente en votos el 27S para llevar a cabo su plan y, por el otro, el Govern en minoría de Puigdemont sólo ha querido gobernar apoyado en la CUP.
“La CUP no es responsable de su derrota de ayer con los presupuestos. El responsable es usted. Sólo han mirado a una mitad de la Cámara”, ha afirmado Miquel Iceta. Por su lado, Lluís Rabell (CSQEP), ha instado al president a volver a las mayorías en torno al derecho a decidir. “La respuesta del Estado al referéndum pese a mayorías del Parlament de un 80% ha sido 'no'”, ha recordado Puigdemont.
La jefa de la oposición, Inés Arrimadas (C's), ha afeado a Puigdemont “haber pasado del 'España nos roba' al 'la CUP no nos deja hacerlo'”, y ha instado al president a “reconocer que se ha equivocado”.
Con todo, Puigdemont ha defendido que la cuestión de confianza “no es un mecanismo para ganar tiempo”, y ha avisado a la CUP y al resto de la oposición: “A diferencia de la investidura, esto no vendrá precedido de un acuerdo previo”. Septiembre se aproxima como el mes del todo o nada para la legislatura catalana.