El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reconocido oficialmente que el Parlament no declaró la independencia el pasado 10 de octubre en su respuesta al segundo requerimiento del Gobierno previo a la aplicación del 155. Sin embargo, el president no ha contestado a la petición del Gobierno para “volver al orden constitucional”. En este sentido, Puigdemont ha advertido de que el Parlament procederá a “votar la declaración formal” de independencia si el Estado “persiste en impedir el diálogo y continuar la represión”
El Gobierno había avisado al president que su carta era una de las últimas oportunidades para responder claramente sobre la declaración de la independencia. Si no lo hacía, se activarían las medidas necesarias para suspender la autonomía de la Generalitat bajo el amparo del artículo 155 de la Constitución.
Puigdemont reconoce en la última frase de su misiva de este jueves que el Parlament “no votó” la declaración de independencia. Una respuesta insuficiente para el Ejecutivo central, que pocos minutos después de conocer la carta del president ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará el sábado las medidas del 155.
Lo que hicieron el pasado 10 de octubre los 72 diputados independentistas, después de que Puigdemont dejara en suspenso la declaración de independencia en el Parlament, fue firmar un documento de “constitución de la República catalana”. Es un texto que no tiene ningún valor legal: no solo no se votó en el pleno sino que se firmó fuera del hemiciclo, en el auditorio de la Cámara.
Puigdemont, como ya hizo en su carta del pasado lunes, ha asegurado que la suspensión de la declaración “continúa vigente”. En la nueva misiva, el president precisa además que el Parlament no votó nada después de su discurso del 10 de octubre.
Asimimso, Puigdemont afea a Rajoy que no haya atendido la reunión que le propuso el lunes y que el 155 sea “la única respuesta” a la “voluntad de diálogo” de la Generalitat. “La decisión de aplicar el artículo 155 corresponde al Gobierno del Estado, previa autorización del Senado. Pese a todos estos esfuerzos y nuestra voluntad de diálogo, que la única respuesta sea la suspensión de la autonomía, indica que no se es consciente del problema y que no se quiere hablar”, critica Puigdemont.
En la primera de sus cartas cruzadas de este semana, Puigdemont no aclaró si había declarado la independencia. Por ello el Ejecutivo central, que quería una respuesta de 'sí' o 'no' sobre si se había proclamado la república, activó el segundo requerimiento previo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El president ha respondido este jueves tras recibir el aval de su partido, el PDeCAT, para declarar la independencia si se aplicaba el 155.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, puso en duda la oferta de dos meses de diálogo de la carta del lunes de Puigdemont. “Cualquier otra suerte de contestación, sea una carta o la simple reiteración de su discurso, no evitará el 155”, advirtió Sáenz de Santamaría el lunes.
Pese a este aviso, Puigdemont vuelve a apelar al diálogo y hace hincapié en que la prisión incondicional por sedición de los líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, no contribuye a rebajar la tensión del momento. Todo lo contrario.
“La represión se ha incrementado y ha comportado la entrada a prisión del presidente de Òmnium Cultural y el presidente de la Assemblea Nacional Catalana, entidades de acreditada trayectoria cívica, pacífica y democrática”, sostiene Puigdemont.