Raül Romeva (Madrid, 1971) tendrá el próximo mes un papel que han tenido pocos políticos: es el número uno en la lista de Junts Pel Sí a las elecciones catalanas del 27 de septiembre, pero no es el candidato a presidir la Generalitat. Él explica esta excepcionalidad asegurando que el momento político que vive Catalunya no es comparable con ninguno antes, pues considera que estas elecciones serán el referéndum sobre la independencia que el Constitucional impugnó el 9 de noviembre del año pasado. Romeva, que ha sido eurodiputado de los Verdes por ICV durante diez años y siempre ha defendido la independencia, vuelve a la actividad parlamentaria de la mano de CDC, ERC y las entidades independentistas, en una candidatura que ha prometido llegar a la independencia de Catalunya en 18 meses.
Parece que ya se ha aclarado el lío de quién será en candidato a la presidencia de Junts Pel Sí. ¿Por qué aseguró que no estaba pactado?
No, lo explico. Yo no he dicho que no estaba pactado, he dicho que no era lo relevante del acuerdo. En un marco clásico es muy importante tener claro cuál es la candidatura, qué políticas defiendes y quien será el president del Govern, pero lo que estamos haciendo ahora es un proceso que va diferente. Lo que queremos el día 27-S era hacer el referéndum que no pudimos hacer el 9-N. Es verdad que hay el acuerdo de que el president será el señor Mas, pero es más importante todo el resto que la figura del president.
Pero el revuelo ha llegado hasta tal punto que usted ha tenido que salir a decir que, efectivamente, el president sería Mas.
Se han generado una serie de especulaciones que yo mismo quise aclarar. La situación tras las elecciones será transitoria, con un gobierno que nos permitirá hacer dos cosas: comenzar a construir unas estructuras de Estado que necesitamos para hacer la desconexión y un proceso constituyente. En este proceso constituyente ha de participar todo el mundo, y que vaya de abajo arriba. La confrontación de modelos de país será durante el proceso constituyente, no ahora.
Se especula con la posibilidad de que Junts Pel Sí necesite los votos de la CUP y que la CUP pida a cambio investir a otra persona. ¿Usted estaría dispuesto a ser esa persona?
Es un escenario que forma parte de la especulación. Pero no es una cuestión de personas, yo no me he metido en esta historia por una vocación personal.
Como no importa quien sea la persona, ¿usted aceptaría ser president si es una condición de la CUP para un Govern independentista?
Es que no es una situación que tengamos sobre la mesa. Está pactado que Mas sea presidente, pero si hay mayoría absoltuta. Si no hay mayoría absoluta, yo no lo sé qué pasará.
Baños, el candidato de la CUP, aseguró que Artur Mas había chantajeado a las entidades y a ERC con no convocar el 27-S. ¿Se lo cree?
Las entidades ayer mismo dijeron que esta situación no se había dado. Yo entiendo que estas cosas pueden tener su interés, pero para mi es mucho más importante superar una situación de bloqueo histórico, y es el argumento que me vale.
Pero si eso hubiera pasado, sería importante, ¿no?
Lo que estoy tratando de explicar es que las interioridades son importantes hasta cierto punto, pero el reto que tenemos delante es tan importante que si no afrontamos el reto como tal pasa aquello del árbol y el bosque. Enfoquemos al bosque y dejemos de hablar de los árboles.
Tanto hablar del bosque, parecería que no quiere hablar de los árboles…
Lo que está pasando aquí es una situación excepcional, y algunos buscan cada pequeña contradicción. Hay contradicciones en esta lista y en todas las listas. El señor Iceta dice que Catalunya debe estar singularizada y sus aliados del PSOE tardan un día en decirle que de ninguna forma. Duran hace una propuesta, una disposición transitoria, y Rajoy sale a contestarle que de eso nada. Los amigos de Catalunya Sí Que Es Pot dicen que se debe comenzar un proceso constituyente, y de Podemos contestan que de ninguna de las maneras este proceso constituyente será unilateral catalán.
Si el tema son las contradicciones, la candidatura de Junts Pel Sí no es original. En lo que sí es original es en que, una vez llegados a una pared, no quiere quedarse discutiendo sobre por qué hemos llegado a esta pared sino que quiere superarla. Porque mientras estamos discutiendo delante de la pared, la política regresiva a nivel competencial, económico e institucional, nos sigue afectando a todos.
¿Cree que la fórmula de las tres listas hubiese sido mejor para alcanzar una mayoría independentista?
Era una opción que ahora no está sobre la mesa, porque ha habido una acuerdo. Yo he defendido muchas veces que la diversidad del independentismo es una riqueza. Si este hubiese sido el acuerdo me hubiera parecido extraordinario. Pero, ¿qué tiene de bueno el acuerdo que hoy tenemos sobre la mesa? Que es un acuerdo.
¿Por qué cree que es una buena fórmula que el candidato sea número 4?
Volvemos. [Ríe] No pasa nada. Porque esta era la fórmula que permitía resolver el bloqueo que llevábamos meses viviendo. Había un acuerdo que nos permitía mirar adelante.
Pero eso crea situaciones paradójicas. Por ejemplo, ¿quién irá a los debates entre candidatos?
¿Los debates son de candidatos o de números uno?
Normalmente de candidatos, los debates en TV3 en 2010 y 2012 fueron anunciados como de candidatos a la presidencia de la Generalitat.20102012
No, son de cabezas de lista, e irán los cabezas de lista.
Usted ha dicho que no defenderá las políticas del Govern anterior. ¿Eso quiere decir que es crítico con ellas?
Eso quiere decir que estamos comenzando un proceso de transición y que debemos cambiar las estructuras. Yo no comparto muchas de las políticas que se han ejercido hasta ahora, pero es evidente que para poder hacer cosas diferentes hace falta una situación diferente. Este Govern, que yo considero que ha aplicado políticas liberales muchas veces, resulta que también ha hecho otras cosas, por necesidad. Por ejemplo poner impuestos a los depósitos bancarios, que hubiera permitido un ingreso 635 millones de euros. ¿Qué ha pasado con este impuesto? Que está en el Constitucional. Lo mismo con el impuesto sobre emisiones de CO2, el de las energías nucleares, el decreto sobre pobreza energética… Yo no hubiera hecho muchas de las cosas que ha hecho el Govern de Mas, pero sí otras que ha querido hacer y no ha podido. Por eso estoy en esta lista, que no es la de Convergència, es una lista donde está Convergència.
Sostiene que la independencia es una oportunidad para hacer un estado más social. ¿Piensa que el Estado Catalán debería tener sectores estratégicos bajo control público, como el agua, la energía, etc.?
Sin duda. El problema a escala europea es que se están privatizando sectores cruciales de la economía. Todos los que tienen que ver con el estado de bienestar me parecen fundamentales, el Estado debe proveer de servicios básicos y de forma universal. Para eso hacen falta dos cosas: capacidad normativa y recursos. Sin recursos no lo puedes hacer funcionar. El problema de Catalunya es que no los tiene. Una forma de tenerlo sería por ejemplo la gestión del déficit, pero hay un señor que se llama Montoro que decide que Catalunya, que supuestamente debe proporcionar esos servicios, no podrá hacerlo, porque él cierra el grifo del déficit. Hay un problema de llave, de control del grifo.
Han presentado 12 propuestas sociales que pretenden aplicar durante el periodo de transición. Muchos de ellos no se habían hecho antes porque se decía que hacían falta instrumentos de Estado. ¿Cómo los harán ahora, si no tienen aún los instrumentos de un Estado?
Bueno, hay de todo, hay puntos que se pueden llevar a cabo de forma inmediata y otros que requerirán de una mayor capacidad normativa. Pero no deja de ser curioso que, por cosas como estos 12 puntos, haya gente que acuse a esta lista de ser de centro-izquierda. Demuestra que quizás las cosas aquí no son blanco y negro. Yo he reivindicado toda mi vida la gestión la gestión de la complejidad. No porque no esté en de acuerdo en todo contigo estoy en desacuerdo de todo contigo.
La gran mayoría de estructuras de Estado están sin hacer. ¿Cree que tendrán tiempo de poner en marcha en 18 meses cosas como una agencia tributaria?
Si hay una gran mayoría social y parlamentaria el 27-S, será más fácil. Normativamente y en términos de capacidad, se puede. De hecho tenemos en la lista gente como Carles Viver Pi-Sunyer, gente que ha trabajado estos temas desde el Consejo Catalán para la Transición Nacional. Es innegable que es complejo, pero irá más rápido si tenemos una gran mayoría.
Se ha dicho que habrá una consejería de exteriores. ¿Su papel en el nuevo gobierno será esta consellería?
Honestamente, no se ha hablado ni negociado. Es cierto que me he dedicado toda la vida a las relaciones internacionales y que no sería un papel que me fuese extraño, pero insisto que no está ni cerrado, ni negociado, ni decidido.
Durante la redacción del nuevo texto constitucional, ¿sería posible que el grupo de Junts Pels Sí votase dividido, en una lógica de izquierda y derecha?
Junts Pel Sí tiene muy claro por qué estamos juntos y juntas. En todo lo que está dentro del acuerdo que permite que Junts Pel Sí forme una coalición, entiendo que se irá en la misma dirección. Otra cosa es que hay aspectos que no tienen que ver con eso, y cada uno ideológicamente deberá poder decidir. Mire, yo vengo de un grupo, el grupo de los Verdes Europeos, donde eso está a la orden del día. Y a mi me parece que eso es una riqueza, la disciplina de partido está muy superada. La nueva política implica que tu hagas acuerdos para hacer cosas concretas respetando la diversidad de la sociedad y de las formaciones. El único límite es la coherencia con el programa.
Usted conoce el panorama internacional. ¿Cree que el resto de estados reconocerían un nuevo estado catalán?
La clave de esto es que haya un mandato democrático claro. Cuando dicen que nos reconocerán hay que recordar que en un escenario de indefinición ningún estado te reconoce pero, por la experiencia que tengo, en el momento en el que tu tienes un mandato claro, en Europa hay dos principios que están en igualdad: principio de legalidad y principio democrático. El principio de legalidad significa que un estado europeo ha de respetar las leyes, y garantizar la seguridad jurídica. Pero después hay otro principio, de igual valor, que es el principio democrático. Es decir, que las leyes se cambian democráticamente.
Si en Catalunya hay un mandato democrático claro, incontestable, tendremos un reconocimiento internacional claro, y en Europa se pondrán facilidades. El caso escocés es un ejemplo de esto. Si en Escocia hubiese ganado el “sí”, Europa estaba perfectamente preparada para acoger un nuevo estado. La diferencia con el caso catalán es que allí había un acuerdo con el Estado, y aquí no. ¿Qué podrá hacer Europa en este caso? Si el 27-S hay un mandato claro en Europa verán que el problema no es de Catalunya, que quizás el problema es del Estado Español.
¿Catalunya podría quedar fuera de la UE, al menos temporalmente?
Podría quedar fuera un tiempo, o no. Hay muchas maneras de afrontar esto. En el caso escocés no hubiera habido un periodo fuera, simplemente tenía 18 meses de transición durante los que se preparaba todo el marco legislativo. La circunstancia que hace que Escocia y Catalunya sean escenarios diferentes al caso de una ampliación clásica es que tu ya tienes en tu haber todo el marco legislativo comunitario, que es fundamental
Después de la declaración solemne que hará el Parlament si hay mayoría independentista, ¿ya no hay marcha atrás, o hay supuestos en los que se podría, por ejemplo, negociar con el estado?
Esta declaración significaría que no hay alternativa a caminar hacia adelante. Y si hay, que me la expliquen, porque yo no la veo. ¿Si llega una respuesta del Estado? Bien, ese “si” es una condicional sideral, pero ya hablaríamos, ya veríamos entonces. Pero cualquier negociación que se pueda hacer partiría de la base de que Catalunya sea un sujeto soberano. Hay quien habla de estado federal. Podríamos llegar a hablar de federalismo, a condición de que el sujeto a federar sea una Catalunya soberana. Sin esta previa no hay otra opción válida. Por eso yo planteo mayorías que van más allá de Junts Pel Sí, cuando oigo hablar a compañeros de otros partidos entiendo que esta es una cuestión previa que comparten, solo que no están de acuerdo con el camino. Pero deben saber que si el 27-S no hay una mayoría clara que apuesta por hacer esto, las interpretaciones que se hagan serán totalmente interesadas, se dirá que Catalunya no quiere ser soberano.