El abogado de Santi Vila ha presentado este viernes en los juzgados de Huesca las escrituras de su casa como aval para la fianza que le reclama el juzgado de Instrucción número 3 por el supuesto delito de desobediencia en el caso de las obras de arte de Sijena. La magistrada le había denegado la prorroga de un mes para reunir los 216.000 euros que se le reclaman y, en declaraciones a Onda Cero, el exconsejero de Cultura se ha mostrado resignado porque ahora estos papeles son lo único que, según Vila, puede aportar.
El exconsejero ha tildado la situación de “despropósito” ya que el mismo gobierno de Aragón se retiró de la causa y la Fiscalía sólo pide entre 4.000 y 5.000 euros de fianza. Es la acusación particular del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena quien reclama la cantidad más elevada.
Vila ha remarcado que en el caso de la polémica por las obras de arte de Sijena, desde el Gobierno catalán hicieron todo lo que pudieron e incluso, a instancias de la juez, se entregaron parte de los bienes reclamados. Ahora, habla de “resignación” para cumplir con el mandato judicial y añade que el mismo gobierno de Aragón, cuando se enteró de que era él quien estaba acusado en la causa “se retiró porque vio que se estaban desenfocando las cosas ”.
Según Vila, los servicios jurídicos de la Generalitat entendieron que él, como consejero de Cultura no era la persona competente para decidir la entrega de las piezas de arte reclamadas y que lo máximo que podía hacer era ordenar la incoación de un expediente para escuchar todas las partes. El exconsejero ha asegurado que continuará defendiendo esta tesis ante la justicia pero a la vez ha calificado de “desproporcionado” el hecho de que se le obligue a abonar ahora esta fianza que mayoritariamente reclama el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena.
El exconsejero pidió inicialmente amparo económico a la Generalitat para hacer frente a esta reclamación y tras no serle concedida lo hizo en la Caja de Solidaridad, donde tampoco pudo conseguir nada. En este sentido, Vila ha señalado que a diferencia del “procés”, el de Sijena es un conflicto ajustado al derecho desde el primer día. Recordó que él tenía informes jurídicos del Govern que prescribían el camino a recorrer y que el fondo de la cuestión es una compraventa que se hizo por parte del Govern de Jordi Pujol a las monjas de Sijena.
Vila ha añadido que ahora habrá que ver si el Supremo les da o no la razón, ya que la sentencia de Huesca es provisional. Asimismo, el exconsejero ha recordado que el 2017, el año que tuvo lugar la entrega de las 44 piezas de Sijena del Museo de Lleida, fue “el peor de los posibles” en un contexto y una atmósfera que se respiraba en Cataluña y especialmente entre Lleida y Huesca, que “no era la óptima”.