La secretaria judicial del 20-S revela que lleva escolta por las amenazas que recibió cuando declaró en el Supremo

Con un tono más pausado que en su declaración en el Tribunal Supremo pero una misma conclusión, la letrada de la administración de justicia –antigua secretaria judicial– del juzgado de instrucción 13 de Barcelona, Montserrat del Toro, ha relatado en la Audiencia Nacional que sintió que no podría salir de la conselleria de Economía el 20 de septiembre de 2017. La principal novedad entre ambas declaraciones se ha producido cuando Del Toro ha desvelado al tribunal que juzga al major Trapero que desde que compareció en el juicio del procés tiene que llevar escolta policial debido a las amenazas recibidas.

“A raíz de la declaración del Supremo fui objeto de amenazas de muerte y de otra entidad que no puedo decir, por parte de Mossos d'Esquadra se me pidió una reunión y tengo escolta policial”, ha explicado Del Toro a preguntas de la letrada del major, Olga Tubau, al final de su declaración en el juicio a Trapero, la intendente Laplana, y los exmiembros de la cúpula política de la conselleria de Interior, Cèsar Puig y Pere Soler. Del Toro denunció estas amenazas, que están siendo investigadas por la Fiscalía.

Del Toro también ha ratificado la versión de Trapero y ha explicado que tras los registros de 2017 los Mossos d'Esquadra le ofrecieron tanto a ella como al entonces titular del juzgado 13, el fallecido José Antonio Ramírez Sunyer, protección policial. Estas palabras vienen a suponer un aval a las tesis de Trapero, que defiende que en todo momento la policía autonómica estuvo a disposición de jueces y fiscales y en contra de los intereses soberanistas del Govern.

Respecto al papel el 20-S de Trapero y Laplana, la secretaria judicial ha afirmado que el major –a quien la Fiscalía pide once años de cárcel por rebelión– estuvo hablando con el entonces líder de la ANC Jordi Sànchez, sin dar más detalles. Sí ha relatado que el juez pidió al major que la sacara “como fuera” de la conselleria de Economía en media hora, y ha creído recordar que Trapero contestó “que era imposible”. Cabe recordar que en su declaración Trapero defendió el plan para sacar de Economía a la letrada –que quería salir en helicóptero pero finalmente salió por un teatro contiguo tras saltar un muro de menos de un metro.

Con todo, Del Toro ha admitido que tras la llamada llegaron a Economía agentes de los Mossos que tenían la orden del major de “establecer un plan de salida”, que no pasaba por su idea de salir volando en helicóptero sino por la salida a través del teatro. La secretaria ha precisado que este plan no le pareció “el más adecuado” pero que no le quedó “más remedio” que aceptarlo.

La sesión de este lunes también ha vivido con Del Toro lo que ya es costumbre con los testigos de la Guardia Civil que han comparecido en el juicio: la contundencia y detalles que el testigo da a preguntas del fiscal se convierten en dudas cuando responde a la defensa. Ha ocurrido cuando Del Toro ha tenido que admitir, a preguntas de Tubau, que no tiene certeza alguna de que la intendente Teresa Laplana –a quien el fiscal pide cuatro años de cárcel por sedición– estuviera a primera hora de la mañana del 20-S en el vestíbulo de Economía. Laplana en realidad llegó al edificio sobre las 10h.

Minutos antes, a preguntas del fiscal, Del Toro no había dudado en situar a Laplana a primera hora en el vestíbulo de Economía hablando con un teniente de la Guardia Civil “tranquilamente”, para luego marcharse, hablar “con otro señor con el que se rio”, e irse. Y a diferencia de su declaración ante el Supremo, no ha explicitado que Carme Forcadell fuese la voz de mujer que oyó que hablaba a los concentrados.

A diferencia de su declaración ante el Supremo, Del Toro ha moderado el uso de adjetivos y de sustantivos como “masa” o “tumulto” para referirse a la concentración frente al departamento. Sí ha concluido, no obstante, que cuando se subió al último piso del edificio pudo comprobar que la situación “era dantesca” ya que nunca había visto una concentración como la celebrada el 20-S en Economía. “En ese momento comprendí que estábamos perdidos y que o salíamos por los aires o no había salida”, ha apostillado. Finalmente salió por el teatro Coliseum y el 21 de septiembre pudo acudir a trabajar a las 8:00h. de la mañana.