Las elecciones municipales de este domingo han dejado en Catalunya un mapa político nuevo, plagado de sorpresas e irrupciones y que puede analizarse en diferentes claves. La ola de cambio ha llegado con fuerza, comenzando por la capital pero extendiéndose a la mayoría de grandes ciudades, tanto en el Área Metropolitana como fuera de ella.
Las candidaturas de confluencia, el fuerte empuje de Ciudadanos, la consolidación de la CUP y la subida de ERC han protagonizado un vendaval que ha arrasado con la composición política que hasta ahora estaba liderada casi en exclusiva por CiU y PSC. Los pronósticos de cambio eran acertados también para Catalunya, y el 24M deja un nuevo mapa que puede leerse a varios niveles.
1- La victoria de Colau dinamita 36 años de equilibrios CiU-PSC
Barcelona ha sido desde 1979 una pieza clave en el histórico reparto entre PSC y CiU de las instituciones catalanas. La irrupción de Barcelona en Comú con una contundente victoria sobre el ayuntamiento de la capital dinamita el equilibrio a dos y deja fuera de juego el turnismo tradicional. CiU ha perdido Barcelona, su gran conquista de 2011, un hecho que anticipa que la crisis de la coalición nacionalista podría culminar con la pérdida, también, de la mayoría en la Generalitat. Por su parte, el PSC ha obtenido su peor resultado de la historia, con un batacazo que le ha dejado en la mitad de su ya mal resultado de 2011. El palo para el socialismo catalán, que queda en 5ª posición, marcará un antes y un después en su agonía.
Con Colau en la alcaldía, el mapa político catalán que se ha conocido hasta ahora queda en blanco y deberá ser dibujado de nuevo, contando con una correlación de fuerzas emergente que garantizan que el cambio en el sistema de partidos catalán no tiene vuelta atrás.
2- El bipartidismo de CiU y PSC se hunde también fuera de Barcelona
El 24-M ha sido una noche especialmente aciaga para CiU y PSC en la ciudad condal, pero los resultados del bipartidismo catalán en el resto del territorio tampoco se pueden calificar de éxito. CiU se ha dejado 6 puntos de voto en toda Catalunya, y ha perdido unos 500 concejales. Pese a esto, se mantienen como fuerza más votada en Catalunya y en importantes ciudades como Girona, Sant Cugat, Figueres, Manresa, Igualada, Valls o Vic. Entre las que pierden, además de Barcelona, Mataró, también ganada en 2011. La coalición queda además fuera de los ayuntamientos de ciudades tan importantes como Santa Coloma o Cornellà, y se hunde en la segunda y la tercera ciudad catalana, L'Hospitalet y Badalona.
En cómputos generales, el PSC también sufre un golpe importante, pasando del 25% del voto al 17%. El partido mantiene a duras penas la segunda posición en Catalunya por 20.000 votos más que ERC, que empuja con fuerza. Los socialistas han perdido unos 900 concejales, aunque pueden mantener la alcaldía con pactos en muchas de sus plazas fuertes.
3- El PSC se repliega a sus mermados refugios área metropolitana
El batacazo del partido de Miquel Iceta ha conseguido desteñir el otrora inexpugnable cinturón rojo de Barcelona. El PSC ha perdido 8 regidores en Sabadell, 5 en Badalona, 5 en Sant Adrià, 3 en Cornellà, 2 en L'Hospitalet y 2 en Terrassa. En las capitales de provincia, pierden 3 asientos en Tarragona, 7 en Lleida y 3 en Girona. En Santa Coloma, en cambio, han conseguido sumar 2 y hacerse con la mayoría absoluta. En Reus han perdido la mitad de sus representantes, de 8 a 4.
Pese al importante bajón, la fuerza del PSC en estas zonas era tan amplia que esta legislatura mantendrán la mayoría de sus principales alcaldías, aunque es muy probable que tengan que llegar a pactos más o menos estables para sacar adelante la acción de gobierno. Está por ver qué pasara en ayuntamientos muy fragmentados, como el de Sabadell o incluso el de Badalona.
4- C's, la revolución del centro-derecha empuja en las grandes ciudades
Ciutadans ha obtenido en Catalunya un resultado que solo puede ser tildado de excelente. No han obtenido mayoría en ningún municipio, pero han conseguido hacerse con el sexto puesto en toda Catalunya y 176 concejales, nada que ver con el partido que en 2011 sacó 7 representantes municipales en todo el territorio.
Si en un vistazo general los resultados de C's son buenos, en las grandes ciudades los de Albert Rivera han dado la campanada. En Barcelona ha acabado quedando tercera fuerza, con 5 regidores. Son segundos en ciudades como Tarragona, con 4, y también en L'Hospitalet, con otros 4. Han entrado en las 4 capitales de provincia y en las 10 primeras ciudades catalanas por número de habitantes.
La revolución en curso en el centro-derecha ha dado lugar a que la fuerza con discurso más españolista de el sorpasso al PP, se consolide y tome importantes cotas de poder en los municipios catalanes.
5- Gran salto hacia adelante de la CUP
El proyecto municipalista de las CUP ha vivido este 24-M el momento de mayor expansión desde su nacimiento. Las candidaturas bajo el paraguas CUP-Poble Actiu han conseguido ser séptima fuerza en número de votos y cuarta en número de concejales. Candidaturas de la izquierda independentista han conseguido entrar en todas las ciudades de más de 100.000 habitantes, además de en la capital. De hecho, en muchos grandes ayuntamientos han sido segunda fuerza, como Badalona, Santa Coloma de Gramanet, Reus, Girona o Cornellà, un mapa que dibuja una importante presencia del independentismo en ciudades del Área Metropolitana y de tradición socialista.
En Barcelona, la CUP ha obtenido unos resultados que sobrepasan las expectativas. Ha conseguido superar el 8% de voto en 5 de los 10 distritos de la ciudad, y en uno de ellos, Gràcia, han superado a PSC, Ciudadanos y PP con el 11,7% del voto. Unos resultados, en definitiva, que afianzan la presencia de las CUP y convierten en un actor importante en el nuevo panorama político de Catalunya.
6- Las confluencias municipalistas irrumpen con fuerza
Si dos de los ganadores de la noche son Barcelona en Comú y las listas de las CUP, eso solo puede significar que la entrada de las confluencias municipalistas en la política electoral ha sido muy exitosa. Las confluencias, de uno u otro signo, han entrado en todos los ayuntamientos importantes y marcarán el futuro político de la mayoría de las localidades catalanas. En Santa Coloma, Som Gramanet se ha ganado el segundo lugar con 6 concejales y el 18,5%. En Badalona, Terrassa y Cornellà las confluencias “En Comú” también han quedado segundas. En Lleida el grupo de independientes Comú de Lleida han conseguido entrar con dos regidores.
La apuesta de Podemos por las candidaturas “de unidad popular” ha sido un éxito en Catalunya, a tenor de los resultados. Estos grupos serán claves en la gobernabilidad de los municipios y las redes que ya han ido tejiendo entre ellos crea un tupido entramado de apuestas electorales que, en conjunto, son un gigante de la nueva política.
7- El soberanismo crece y se decanta hacia la izquierda
La suma de las fuerzas soberanistas han crecido en votos, tanto si comparamos la suma de CiU, ERC y CUP con la misma en 2011 como si le añadimos las candidatura de ICV. En el primer caso, el soberanismo quedaría en el 45%, 7 puntos más respecto al 38% obtenido por CiU, ERC y CUP en 2011. En el segundo caso, 56%, 9 puntos más respecto al 47% de 2011. Pero, además, el movimiento independentista se decanta con fuerza hacia la izquierda por la caída de CiU y la subida de ERC y CUP.
Esquerra ha logrado pasar del 9% al 16%, conservar sus principales plazas fuertes y entrar en todos los ayuntamientos de las capitales. Además, la fuerza independentista accede con fuerza a ayuntamientos como el de Badalona o L'Hospitalet. Si bien la tendencia es alcista, la formación de Junqueras –quien por cierto ha conseguido un espectacular aumento de 15 puntos en el pueblo en el que es alcalde, Sant Vicenç dels Horts– no ha sido capaz de cumplir las enormes expectativas levantadas en las elecciones europeas, cuando quedó como primera fuerza catalana.