La versión del fotoperiodista Jordi Borràs sobre la agresión que habría sufrido por parte de un agente de la Policía Nacional el pasado mes de julio ha recibido este lunes el espaldarazo de los testigos que presenciaron los hechos. Cuatro personas que vieron la pelea han coincido en señalar ante la jueza que no vieron al fotoperiodista agredir al agente, sino que, por el contrario, fue el policía quien golpeó repetidas veces, primero de pie y luego en el suelo, a Borràs.
Ante el juzgado de instrucción 8 de Barcelona han declarado este lunes como investigados tanto el agente como el fotoperiodista, al haberse denunciado mútuamente por la misma agresión. Según ha podido saber este diario, el abogado del policía no era del Cuerpo Nacional de Policía, sino externo. También han comparecido dos mossos d'esquadra y cuatro testigos, que han apuntalado la versión de Borràs sobre los hechos, han informado fuentes judiciales.
Las comparecencias de este lunes deben servir para que la instructora descarta o mantenga las dos versiones de lo sucedido. Según Borràs, el policía lo reconoció y lo golpeó a gritos de “¡Viva Franco!” y “¡Arriba Franco!”, causándole una fractura en la nariz acreditada por un parte médico. El agente, inspector del servicio de información, sostiene por contra que fue Borràs el que lo reconoció y que inició la pelea a gritos de “¡Puta Polícia!” y “¡Puta España!”, golpeándole en la frente.
Se da la circunstancia, no obstante, que el informe médico aportado por el agente no recoge ningún golpe en la frente, el lugar donde le habría golpeado Borràs. Además, según las mismas fuentes, el agente no ha logrado trasladar una explicación plausible sobre cómo Borràs podía reconocer su cara, habida cuenta de que se dedica a labores de investigación y no participa en operativos de orden público –en Catalunya los realizan los Mossos d'Esquadra– donde podría haber coincido profesionalmente con el fotoperiodista.
Cabe destacar además que, pese a que la jueza todavía no ha imputado ningún delito concreto al policía ni a Borràs, en las declaraciones ha estado presente el fiscal jefe del servicio contra el odio y la discriminación de la Fiscalía de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar. Los Mossos d'Esquadra además tramitaron la denuncia de Borràs incluyendo la motivación política de los hechos. La abogada de Borràs, Carla Vall, no ha mostrado ninguna duda en atribuir un componente ideológico a la agresión. “Estamos ante un delito de odio, se escoge a Borràs por sus trabajos sobre la extrema derecha y por eso le grita ”¡Arriba España!“ y ”¡Viva Franco!“, ha sostenido Vall.
Borràs, a la salida de su declaración, se ha mostrado “aliviado” por haber podido explicar ante la jueza “toda la verdad”, y no ha dudado en asegurar que la versión del policía “caerá por su propio peso”. “Confío en que sea la última agresión de una pesadilla que empieza en 2013 por el único hecho de hacer mi trabajo”, ha aseverado el fotoperiodista, conocido por investigar los grupos de extrema derecha en Catalunya y haber sufrido por ello varias amenazas de colectivos ultras.
La Unidad de Régimen Disciplinario de la Jefatura Superior de Policía abrió una información reservada que quedará a expensas de la resolución judicial del caso. Si el policía resulta finalmente condenado será sancionado por la Jefatura Superior, mientras que si es exculpado se archivará el expediente sin sanción.