El actor Toni Albà está a un paso de ir a juicio por un presunto delito de injurias por los tuits que escribió contra la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, la Fiscalía y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El juez de Vilanova y la Geltrú (Barcelona) que investiga al humorista ve “indicios racionales” de delito en los mensajes en la red social del actor y ha dado traslado al ministerio público y a la acusación popular para que presenten sus escritos de acusación contra el cómico.
En un auto, el juez enumera los indicios delictivos contra el actor, esto es, sus tuits en los que se refería a la magistrada en estos términos: “Le gusta tanto la mierda a Carmen, que Carmen lame la mierda a gusto”. También figuran los mensajes de Albà –borrados posteriormente– en los que llamó “fascistas uniformados” a los cuerpos de seguridad por su actuación el 1-O; y el tuit por el que abogó por la detención de los fiscales: “Son los primeros que tendremos que detener cuando proclamemos la República. Servirán para el intercambio de prisioneros”.
“Sin necesidad de ser exhaustivo, basta leer el tenor literal de ciertas publicaciones para apreciar el potencial atentatorio contra la honra y el crédito o prestigio profesional de las instituciones y concretas personas contra las que se vierten las expresiones”, expone el juez.
El instructor remarca que no pone “en ningún momento en duda” el derecho a la libertad de expresión de Albà. Sin embargo, este derecho, continúa el magistrado, “no ampara” cualquier actuación, sino que está limitado por la protección al honor, la reputación y el prestigio de los demás, así como por “la garantía de la autoridad e imparcialidad del poder judicial”.
Para el juez, los tuits de Albà van más allá de la crítica amparada por la libertad de expresión y suponen un “escarnecimiento y humillación innecesarias”. “Ni la libertad de expresión ni el derecho de hacer parodia amparan un derecho al insulto desmedido y desproporcionado”, zanja el magistrado, que destaca la “absoluta desmesura” de las publicaciones de Albà y que el actor no se arrepintió de los mensajes en su declaración judicial.
La investigación judicial a Toni Albà partió de un oficio de la Policía Nacional en el que ponía de manifiesto varios comentarios supuestamente injuriosos, al que se sumaron una denuncia de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, unas diligencias de la Fiscalía de Barcelona y un segundo oficio policial.