El diputado de ERC Toni Comín ha renunciado este martes a su delegación de voto en el Parlament. Comín ha registrado un escrito solicitando que le sea retirada la facultad de votar no presencialmente, después de que la Mesa le diera un ultimátum a él y a su formación para que acreditaran la situación judicial en la que se encontraba en Bélgica. Este martes el organismo parlamentario tenía intención de pronunciarse sobre la situación de Comín.
Comín había podido delegar el voto por estar bajo medidas cautelares en Bélgica que le impedían salir del país mientras los jueces decidían sobre la orden europea de arresto cursada por el Tribunal Supremo contra él y otros de los miembros del Govern cesado. Pero, después de que las autoridades judiciales rechazaran la euro-orden, las medidas cautelares decayeron, y con ellas la obligación de permanecer en el país.
Una vez Comín recuperó su capacidad legal para moverse libremente, la oposición en el Parlament entendió que no había lugar para seguir delegando su voto, por lo que pidió a la Mesa que fuera revisado. Ahora ha sido el propio Comín quien ha renunciado a la delegación de voto que había hecho en el portavoz Segi Sabrià. Según fuentes de la formación, el conseller de Salud sí piensa mantenerse como miembro de la Cámara.
La situación por la que atraviesa el diputado de ERC podría afectar en pocos días a Carles Puigdemont de una manera similar. A la espera de que las autoridades alemanas decidan su futuro judicial, una retirada de la euro-orden podría dar como resultado la imposibilidad del expresident de votar de forma remota por la vía delegada que prevé el reglamento. Si esto ocurriese los 66 diputados que suman actualmente JxCat y ERC quedarían, de nuevo, en 64, por debajo de la mayoría simple.