Los 21 trabajadores de Unió no cobran su sueldo hace dos meses y la dirección del partido les ha comunicado que desconoce cuándo podrán hacerlo, han explicado fuentes de la plantilla.
Según ellos, la dirección les ha dicho que no podrá pagar hasta que el partido venda la sede de la calle Nàpols de Barcelona, mientras se está reuniendo con bancos para negociar una quita de la deuda.
El partido democristiano, sin representación parlamentaria, ha trasladado a sus trabajadores que confía en pagar las indemnizaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con la venta del local.
Los trabajadores consultados han lamentado que los dirigentes han “desaparecido” de la sede, con la excepción del secretario general, Ramon Espadaler, y aseguran que no les ha ofrecido ninguna ayuda para sortear el impago de los dos meses.
El Tribunal de Cuentas tuvo que aceptar que un partido político entrara en preconcurso de acreedores porque nunca antes había ocurrido, creando un precedente.
Fuentes del partido han asegurado que el retraso en las nóminas está causado por el preconcurso, pero aseguran que tienen el “compromiso” de abonarlas.
En marzo, Espadaler cifró la deuda por la que el partido presentó solicitud de preconcurso de acreedores en 19 millones de euros, que atribuyó a “deuda fundamentalmente bancaria” y no a la Seguridad Social.