La portada de mañana
Acceder
El rey pide a los políticos “serenidad” para rebajar “el ruido de fondo"
'Sor Collina', la monja que ejercía de enlace entre los presos y la mafia calabresa
OPINIÓN | 'El rey se hace un selfie en el barro', por Isaac Rosa

El primer debate electoral en Catalunya evidencia los vetos cruzados que complicarán la gobernabilidad

El primer debate electoral de cara a las elecciones catalanas del 12M ha mostrado diferencias, vetos cruzados y reproches que abrirán un escenario complicado a la hora de elaborar pactos postelectorales. La conversación, emitida en RTVE este jueves, ha demostrado las divergencias entre partidos independentistas, que no se han quedado cortos en los ataques al candidato socialista, Salvador Illa, favorito en la mayoría de encuestas.

De hecho, Illa sorprendió a sus contrincantes asegurando que se presentará a la investidura. “¿La bloquearán? ¿Qué van a hacer?”, preguntó. A lo que el president actual y candidato de ERC, Pere Aragonès, reprochó que diera por hecha su victoria en los comicios: “Primero vienen las elecciones. Bajemos un poco”, apuntó Aragonès, que reclamó “más respeto por las urnas”.

El debate contó con la presencia de los cabeza de lista de todas las candidaturas con representación actual en el Parlament, a excepción de Junts, que envió -como ya es habitual- a su número 3 Josep Rull. La formación cuenta con su lider, Carles Puigdemont, afincado en Argelers (Francia).

Así, Rull protagonizó momentos de tensión con los otros dos candidatos independentistas; el president Pere Aragonès (ERC) y, sobre todo, con Laia Estrada (CUP).

La líder anticapitalista afeó a Rull que Junts “coquetee” con el mismo PSC que en 2017 se opuso al referéndum del 1-O, a lo que Rull contestó que la CUP es un partido que “había desaparecido” y que en las últimas semanas “ha vuelto de manera abrupta”.

Esta afirmación provocó el enfado de Estrada, que replicó que la izquierda independentista “no ha abandonado las calles nunca”. Esto sirvió para que Rull le recriminara a la de la CUP que no tuviera en cuenta su paso por la cárcel.

Con todo, Estrada intentó acabar con el rifirrafe asegurando que el “Estado busca precisamente que los independentistas se tiren los trastos a la cabeza”, pero Rull no cejó y contestó: “Es lo que está haciendo usted”.

Por su parte, el president Pere Aragonès también puso en duda la credibilidad de Junts, recordando que Puigdemont aseguró en su día que nunca haría presidente a Pedro Sánchez. Igualmente, también afeó a sus rivales que no firmaran el pacto antifascista contra Vox y Aliança Catalana, pacto que sí cuenta con la rúbrica de ERC, Comuns Sumar y la CUP.

Sobre el escenario complejo y lleno de vetos de cara a los pactos postelectorales, Jéssica Albiach (comuns) recriminó a Illa que haga “piruetas” para no aclarar si le parece una posibilidad llegar a un acuerdo de gobierno con Junts.

La líder de Comuns Sumar reiteró que los de Puigdemont son una “refundación” de Convergència y que, por tanto, simbolizan sus recortes, el “rechazo a reconocer que Palestina sufre un genocidio”, así como que están a favor de rebajar impuestos a las grandes fortunas, “igual que hace Ayuso”, en referencia a la presidenta de Madrid.

Diferencias sobre el referéndum pactado

El debate tuvo cuatro bloques, dedicando el tercero a la amnistía y a la cuestión territorial. Salvador Illa fue el encargado de abrir la conversación y apostó por “abrir una nueva etapa” para “normalizar políticamente y socialmente a Catalunya”. Así mismo, reconoció que no ha sido “cómodo” defender la amnistía en el resto de España.

A esto, Aragonès recordó al líder socialista que él mismo decía no a la amnistía hace unos meses y la ha acabado defendiendo. Por eso, el actual president se mostró seguro de que Illa acabará aceptando el referéndum pactado, siempre que las fuerzas independentistas tengan “fuerza política”, en un claro guiño a Junts. Así, celebró que los de Puigdemont se “sumen” a las negociaciones en Madrid. “Rectificar es de sabios”, dijo.

Rull aseguró que, aunque la amnistía parecía imposible, “cuando hay capacidad de negociar e influir, se pueden conseguir cosas imposibles”. Pero insistió en que “no hay que dialogar” con España, sino “negociar”.

Aquí, Estrada protagonizó otro momento de discrepancia entre fuerzas independentistas, al desmarcarse de las estrategias de Junts y ERC. Aseguró que el 1-O “desbordó” a España y reprochó a los que quieran ir a Madrid a negociar. “El referéndum no saldrá adelante si lo dejamos en manos del PSOE”, dijo, destacando la necesidad de “recuperar el foco desde aquí”. Así mismo, reclamó a sus rivales nacionalistas que dejaran de “vender humo”. “¿Por qué hacen propuestas que nos hacen retroceder?”.

La derecha carga contra Illa

El arco del PPC, Cs y Vox también cargó contra el PSC por haber aprobado la amnistía, una ley que, según el candidato popular, Alejandro Fernández Díaz, “ha dividido a la sociedad catalana”. “¿Usted ha visto reconciliación?”, preguntó. También acusó al socialista de “supeditar los intereses de Catalunya a los de Pedro Sánchez.

La opinión fue compartida por el número uno de Cs, Carlos Carrizosa, que afirmó que “la amnistía no ha servido ni para pacificarlos ni para pararlos”. Igualmente, dio por hecho que Illa, así como “fue el primero en dar el sí a la amnistía, será el primero en decir sí al referéndum”.

Finalmente, el partido de extrema derecha reprochó a los socialistas que “normalicen” a aquellos que “dieron un golpe de estado”.