Engañaron como mínimo a tres mujeres para violarlas. Y luego se jactaron de ello en mensajes de Whatsapp. Es el relato que, de forma pormenorizada, expone la jueza de Gavà (Barcelona) en el auto por el que este miércoles envió a prisión a cinco hombres por formar un “grupo organizado” para atentar contra la libertad sexual de sus víctimas.
La investigación se ha alargado más de un año y en ella se ha escuchado a las víctimas y analizado los teléfonos de los investigados, cuyo contenido les ha delatado. En palabras de la magistrada Laia Boix, los cinco hombres conformaron “un grupo organizado que actuaba del mismo modo con sus víctimas”: uno de los chicos captaba a las jóvenes a través de aplicaciones, y luego el resto “se aprovechaban de la vulnerabilidad sometiéndolas a prácticas sexuales no consentidas”.
La magistrada destaca además que de los mensajes que se enviaron entre los encarcelados “se infiere que existen otras víctimas que no han podido ser identificadas”. “Se aprecia que el modo de actuar de los investigados es habitual y lo han normalizado, menospreciando a las mujeres, considerándolas objetos cuya finalidad es satisfacer sus deseos sexuales y minusvalorando su voluntad de las mujeres”, abunda la jueza.
Los mensajes, destaca la jueza, “ponen en evidencia que los investigados se aprovechan de la situación de vulnerabilidad de las víctimas”. En especial, agrega la instructora en el auto de prisión provisional, los cinco hombres se aprovecharon de la tercera víctima, quien no pudo prestar su consentimiento a las relaciones sexuales “por cuanto no se aguantaba ni de pie”.
Los mensajes incorporados a la causa que menciona la instructora dan cuenta del 'modus operandi' del grupo. “Como alguno la lie y se ponga nervioso y no diga la verdad nos vamos todos a la cárcel”, reza el primer mensaje de los investigados, de julio de 2021, que la magistrada tilda de “sorprendente” habida cuenta de que en su declaración judicial alegó que las relaciones fueron consentidas.
“¿Desde cuándo una tía es solo para uno?”, expresa otro de los chicos en agosto, para a renglón seguido apostillar: “Aquí yo consigo tías y si no invitó que”. “La chica va muy borracha, se aproxima trío”, tercia otro encarcelado durante el mismo mes.
“Te pueden buscar la ruina por un polvo que no vale la pena. ¿Pero no dice nada de violación ni nada no? Esa palabra da miedo, sabes cómo están las cosas. Una violación seria ir por la calle pillar a una tía atarla y eso. Igual ella dijo que no quería hacer de todo y lo hicimos, es diferente”, asevera el cuarto encarcelado en otro mensaje días después.
Pese a que tienen su trabajo y familia en España, la magistrada ha apreciado riesgo de fuga en los investigados ante las altas penas de prisión a las que se exponen. Para acordar la prisión provisional también ha sido decisivo el riesgo de reiteración delictiva. De no ir a prisión, apunta la jueza, los investigados “pueden seguir atentando contra otras víctimas”.