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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los problemas de los vecinos de Nou Barris vuelven a encender el pleno

La concejala de Nou Barris, Irma Rognoni, se hubiera cambiado ayer por el alcalde de la ciudad. Y es que mientras Xavier Trias iniciaba una gira por Estados Unidos y firmaba acuerdos con la ciudad de San Francisco para seguir colaborando en materia de smart cities, la concejala de Nou Barris encaraba un día complicado.

Y eso que la jornada comenzó bastante bien. La Guardia Urbana desalojó por la mañana el edificio que se había ocupado tras la manifestación del aniversario del 15M y las protestas de los indignados en contra de este desalojo, obligaron a suspender el escrache que se estaba preparando para hacer frente a la casa de la concejala de Unió Democràtica de Catalunya. No es poco. Pero en la agenda de Irma Rognoni también estaba apuntado el Pleno de Nou Barris. Y eso sí que no se suspendió.

El pleno comenzaba a las siete de la tarde pero cuando pasaban pocos minutos de las seis, ya empezaban a llegar los primeros vecinos. El primero fue Manuel Leonés, miembro del consejo de barrio de la Trinitat Nova. Él, como los demás vecinos, temía quedarse en la calle tal y como ocurrió el lunes durante la Audiencia Pública. El distrito ha recuperado un plan de seguridad que hasta ahora nunca se había aplicado y que sólo permite la entrada a 99 vecinos en la sala de plenos. La limitación del aforo aún encendió más los ánimos de los vecinos del distrito de Nou Barris, que desde hace meses se han reorganizado desde la plataforma Nou Barris cabreada Dice Basta para defender sus derechos y exigir soluciones a los problemas sociales que están sufriendo.

El último pleno de Nou Barris, hace dos meses, se tuvo que suspender después de que la concejala se marchara entre los gritos de “dimisión” de la mayoría de vecinos. Para evitar que volviera a suceder, el distrito ha decidido aplicar el plan de seguridad, así como registrar a los vecinos que quieran entrar. Esto sucedió el lunes pero, ante la indignación general, ayer ya no se repitió. Además de estas medidas, Rognoni intentó también aprobar una declaración para “ordenar” las intervenciones de los vecinos, pero sólo el PP le apoyó y quedó en nada . Tanto los vecinos, como ICV-EUiA, denunciaron que la intención real era “restringir” los turnos de participación.

Rodeados de agentes

A las siete en punto de ayer, la presidenta del distrito, la socialista Carmen Andrés, cogió la palabra para comenzar el pleno. Había agentes de paisano en las tres puertas de acceso y fuera había también agentes antidisturbios. Todo estaba listo para comenzar uno de los mecanismos de participación ciudadana que permite el Ayuntamiento de Barcelona. Pero cuando la presidenta hacía cinco segundos que hablaba ya se levantó el primer vecino. “Una previa antes de empezar” gritó Agustín García, que aprovechó para reprocharle a la concejala los hechos del día anterior y criticó que “registrar los vecinos recuerda a los tiempos del franquismo”. El vecino, que reclamó la reapertura de las urgencias del ambulatorio de la Guineueta, dijo que si la decisión de aplicar estas medidas había sido de la concejala, esta debía dimitir. “Dimisión, dimisión” respondieron todos los vecinos. Rognoni ya no sabía dónde mirar, mientras Carmen Andrés, intentaba poner orden.

Después de que la concejala presentara su informe los grupos políticos hicieron sus intervenciones. El PSC e ICV lamentaron la caída de la inversión mientras que el consejero del PP lamentó la “falta de seguridad que se vive en el distrito”. Un vecino le respondió: “Claro, si están todos los policías del barrio aquí dentro”. Tras el turno de los políticos, la palabra pasó a los vecinos. A la pregunta “alguien quiere intervenir” se levantaron una veintena de manos. Todas las intervenciones, salvo una pregunta, fueron muy críticas con la situación del barrio y con las formas de la concejala. Una de las intervenciones más aplaudidas fue la de Josep Ferrandis: “Da la casualidad que soy técnico en seguridad. Y si tanto les preocupa la seguridad de la sala, donde están los carteles que indican las salidas de emergencia? Y porque las puertas de salida están cerradas con llave? A usted le preocupa la seguridad o su seguridad?”.

Mientras el alcalde Xavier Trias, a muchos kilómetros de Nou Barris, presumía ante su homólogo de San Francisco, Edwin M. Lee, sobre “la gran la calidad de vida” que comparten las dos ciudades, la concejala Rognoni ya no sabía dónde mirar con tantas críticas. Los vecinos le reprocharon que el alcalde haya perdonado parte de la deuda que la Generalitat tiene con el Ayuntamiento, y que se esté invirtiendo en la Diagonal, en Montmeló y en el torneo de tenis Godó, mientras en Nou Barris la gente pierde el trabajo y sufre problemas muy graves.