El PSC y En Comú Podem han anunciado este miércoles un acuerdo político para gobernar la Diputación de Barcelona que la aritmética del plenario municipal todavía no permite confirmar, pues Junts sigue en busca de un pacto alternativo. Socialistas y comuns tienen 22 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta, y Junts y ERC, que están en negociaciones para conformar una mayoría alternativa, suman 23 diputados, uno más que el pacto de izquierdas.
El acuerdo entre PSC y comuns contempla que la socialista Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, sea la nueva presidenta de la Diputación y que la coordinadora nacional de Catalunya En Comú, Candela López, ostente una vicepresidencia.
Que Moret sea la nueva presidenta del ente provincial depende ahora mismo de tres variables: el voto de los 4 diputados del PP; la posición final de dos diputados independientes de Junts, partidarios a priori de repetir el pacto con los socialistas, en contra de las directrices del partido; y del diputado de la formación local TotxTerrassa, que podría sumarse al pacto de Junts y ERC.
Las pasadas elecciones municipales dejaron unos resultados en el plenario de la Diputación que, a priori, facilitaban la repetición del pacto entre socialistas y neoconvergentes de la anterior legislatura. Una sociovergencia que ha permitido a Junts gobernar y dar cobijo en el ente supramunicipal a varios de sus cuadros, en un momento de debilidad institucional máxima tras su salida del Govern.
Sin embargo, la parte de Junts más partidaria de la confrontación y contraria al diálogo censura la alianza con el PSC. De ahí que el partido abogara la semana pasada por explorar una mayoría alternativa sin los socialistas. La intención inicial de los neoconvergentes era que los comuns se votaran a sí mismos, opción descartada tras su pacto de este miércoles con el PSC. Junts deberá mirar ahora al PP para que los populares, como hicieron en Barcelona, no voten a la candidata socialista.
En un comunicado, el PSC ha explicado que su pacto con los comuns es una apuesta “por un gobierno fuerte que aporte estabilidad” a la Diputación “y que sitúe las necesidades y los retos de los pueblos y ciudades de la provincia de Barcelona en el centro de sus políticas”. Ambas formaciones han agregado que en los próximos días “continuarán trabajando para configurar un gobierno de progreso”.
El documento del acuerdo entre socialistas y comuns incluye las líneas maestras de su eventual mandato, que pasan por varios compromisos con “la sostenibilidad y la Nueva Agenda Urbana”; la autonomía de los gobiernos locales; la innovación y la transparencia; la igualdad y la cohesión social y territorial; la lucha contra el cambio climático; así como el reconocimiento de la diversidad y el feminismo “como vectores de avance democrático”.