Los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas y Carles Puigdemont han firmado un comunicado conjunto en el que solicitan la libertad de los presos independentistas: “La prisión preventiva tiene unas causas tasadas en el ordenamiento jurídico que no siempre se interpretan en sus justos límites, lo que la convierte en una pena anticipada”.
En la carta, firmada también por los expresidentes del Parlament Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert, los firmantes “apelan a las autoridades competentes” para que “consideren medidas alternativas a la privación de libertad en centro penitenciario” de los encarcelados provisionalmente por el procés.
“La prisión preventiva es un problema generalizado del sistema penal, que vulnera el derecho a la libertad individual y el derecho a la presunción de inocencia. Contribuye, además, a la saturación de los centros penitenciarios y, finalmente, puede entorpecer el derecho de defensa”, alegan.
Los expresidentes de la Generalitat y del Parlament consideran que la prisión preventiva generará problemas a los encarcelados, que tendrán que desplazarse a Madrid durante la celebración del juicio. “Se producirán largos traslados”, advierten, los cuales pueden “dificultar el contacto continuo (de los encarcelados) con sus letrados” y “limitar sin razón legal su participación activa en su propia defensa”.
Actualmente, los presos independentistas están en cárceles catalanas, a la espera de que sean trasladados a prisiones madrileñas para el juicio ante el Tribunal Supremo. El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha pedido al Ministerio del Interior que los presos estén en Madrid la última semana de enero. En una carta anterior, los expresidentes de la Generalitat –incluido Pasqual Maragall– y del Parlament pidieron a los presos que dejaran la huelga de hambre.