Roger Español quiere ser la última víctima en España de una bala de goma. Perdió la visión del ojo derecho el pasado 1 de octubre tras un disparo de la Policía Nacional. Esta semana ha presentado una querella contra tres antidisturbios, de la mano de Irídia Centro por la Defensa de los Derechos Humanos, con la que quiere obtener verdad, justicia y reparación como víctima de unos proyectiles policiales que han causado decenas de heridos, e incluso muertos, en España. No obstante, ningún agente ha sido condenado por ello.
Español explica que en el momento de recibir el disparo los momentos de tensión y los altercados que se sucedieron durante toda la mañana en la escuela Ramon Llull ya habían terminado. “Nunca pensé que corría peligro”, dice este músico que, pese a la pérdida de visión y las lesiones que le ha provocado la herida, quiere “luchar hasta el final” para seguir con su profesión.
¿Recuerda el momento en que le dispararon?
Lo que recuerdo del momento del impacto era que estábamos marchándonos. Las furgonetas de la Policía se retiraban en dirección a la Gran Vía para irse y yo me marchaba a casa. Estaba rodeado de periodistas con cámaras y nunca pensé que corría peligro.
Mis padres viven en la esquina de Gran Via con Sardenya, a unos metros de donde me hirieron. Quería llegar a mi casa, coger una silla y acompañar a mis padres a votar, para que se pudieran sentar y descansar mientras esperaban.
Los aledaños de la escuela Ramon Llull fueron uno de los puntos de Barcelona donde se produjeron más cargas policiales tanto antes como después de que se retirasen las urnas. ¿Había altercados cuando le dispararon?
A la salida de la escuela Ramon Llull hubo momentos de tensión y cargas policiales, pero en el momento en que recibí el impacto de la bala de goma ya habían pasado, la Policía se estaba retirando. Hubo momentos de tensión pero creo que igualmente no justifican la violencia que llevó a herirme de esta manera.
En las imágenes posteriores del impacto se ve cómo enseguida es atendido por las personas que le acompañaban y por los servicios médicos.
Éramos un grupo de unos 10 o 20, la mayoría estaban detrás mío. Algunos eran periodistas, que iban con su brazalete identificados y con las cámaras en alto.
Por los vídeos que existen del momento del impacto, se desprende que el disparo se efectuó a una distancia muy corta.
Yo no vi dónde estaba el policía que disparó. Luego viendo los vídeos que hay grabados se ve que la distancia es bastante corta, de unos quince metros, aunque yo creo que menos. Por cómo recibí el impacto creo la bala de goma no rebotó en el suelo, el impacto fue directo.
¿La Policía avisó de que iba a disparar?
No, no recuerdo ningún aviso. Empezaron a cargar primero con las porras y luego mientras se retiraban dispararon con las escopetas. La Policía Nacional disparó pelotas de goma en el momento en que se retiraban, yo no creo que hubiera ningún riesgo para ponerse a disparar.
En la rueda de prensa del martes dijo que quería ser la última víctima de bala de goma en España. ¿Confía que su caso sirva para abolirlas en todo el Estado?
Todo el mundo, también los antidisturbios, sabe el poder de lesión que tienen estas armas. El mío es el último caso, y espero que sea el último, pero antes ha habido otros casos de lesiones e incluso muertes por balas de goma.
¿Ha recibido alguna llamada del ministerio del Interior o la Delegación del Gobierno?
No. No he recibido ni una llamada ni del ministerio del Interior ni de la Delegación del Gobierno. No se han interesado, no han preguntado y no sé si han tenido alguna palabra amable en sus discursos públicos porque no los he seguido todos.
Sí se han preocupado por mi gente del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat, incluso vinieron a verme al hospital. Me preguntaron y se interesaron por mi. Del ministerio del Interior y del Gobierno español no he recibido ni noticias, ni preocupación ni nada.
¿Como víctima, que supone el apoyo de estas instituciones? En un primer momento, en el caso de Ester Quintana, la Generalitat no sólo no la apoyó sino que cuestionó su versión de los hechos. El exconseller Felip Puig dijo que la habían herido manifestantes.
Para mi. Que el Ayuntamiento de Barcelona se presente como acusación popular y me ayuden creo que deja mucho más claro que los acontecimientos del 1 de octubre fueron muy graves. Es un apoyo importante para todo lo que pueda venir.
Usted está estudiando para dedicarse profesionalmente a la música. ¿Podrá conseguirlo? ¿Cómo le ha afectado en eso la lesión?
Lo intentaré. Yo toco el saxofón y tengo algunos problemas físicos derivados de la lesión, porque además de la pérdida de visión tengo los dientes dormidos. Intentaré y lucharé hasta el final para seguir con mi profesión. He perdido ya la mitad del curso que estoy estudiando y coger el ritmo va a ser complicado, pero quiero tirar para adelante para seguir con mis estudios.