Albert Rivera ha sido, como era de prever, la estrella del inicio de la campaña de Ciudadanos en estas elecciones municipales y autonómicas. Y lo ha hecho en un hotel barcelonés, lleno de seguidores y seguidoras, muchos de los cuales esperaban el momento de gloria para hacerse un 'selfie' o que les firmara un menú de la cena que ha precedido a los discursos del presidente del partido y de la candidata a la alcaldía de Barcelona, Carina Mejías.
La palabra 'cambio' ha sido la más frecuente en el discurso de los dos dirigentes de Ciudadanos, al que la encuesta del CIS de hoy da unos resultados muy favorables. Mejías se ve capaz de presentarse como probable alcaldesa y Rivera ha destacado que en los últimos tres meses los sondeos han multiplicado por cuatro sus expectativas electorales.
En un discurso íntegramente en castellano, porque Rivera es el líder de una opción que, según ha dicho, estará presente en trece parlamentos autonómicos después del 24 de mayo, además de Cataluña y Andalucía. Y hoy las cámaras de las televisiones españolas tenían un punto de conexión obligada en el hotel donde Ciudadanos ha comenzado su campaña oficial, pegando carteles de Carina Mejías y Albert Rivera en un muro de cartón que han subido al escenario a las doce en punto.
El partido ha elegido el hotel Barceló, en el barrio de Sants, para arrancar la campaña, un símbolo de la actividad empresarial y del crecimiento económico. Ciudadanos ha huido de la tradicional pegada de carteles callejera para refugiarse en un ambiente sofisticado, con una cena de lujo para invitados.
El presidente de Ciudadanos ha negado que haya ninguna mano oculta detrás del crecimiento que le auguran las encuestas. “El nuestro es un experimento hecho con cuatro duros. La ilusión no se compra con dinero. Y nosotros representamos la ilusión de los ciudadanos que quieren una España dialogante y sin corrupción”, ha dicho. No han faltado las críticas a 'Podemos' y ha afirmado que no reniega de la transición, que no vivió porque era demasiado joven pero que está leyendo ahora, y cree que se parece mucho a lo que está pasando en España, con él de protagonista.
Antes de desaparecer apresurado llevado por el denominado “tour naranja” que le llevará por toda España las próximas dos semanas, Albert Rivera ha pedido a sus seguidores entusiasmados que disfruten del momento dulce que están viviendo. De momento, y según los sondeos, tienen el viento electoral de cara.