El juez que investiga al exprofesor de la escuela Maristas de Sants de Barcelona Joaquín Benítez le imputa cuatro delitos de agresiones o abusos sexuales a exalumnos, al entender prescritas otras 13 denuncias presentadas, y ha rechazado que el centro educativo ejerza la acusación particular en el caso.
Según fuentes judiciales, el titular del juzgado de instrucción número 6 de Barcelona, Miguel Ángel Tabarés, ha citado a declarar de nuevo como investigado al pederasta confeso para el próximo 28 de abril, tras abrirle un proceso sumarial en el que le acusa de dos delitos de agresión sexual y otros de abusos.
Tal y como planteaba la Fiscalía, el juez instructor ha archivado 13 de las denuncias presentadas contra el pederasta confeso, que el pasado mes de febrero quedó en libertad con cargos tras reconocer ante el juez haber abusado de al menos un discípulo, al entender que ha transcurrido el plazo de prescripción previsto por la ley.
En total, el juez ha tenido sobre la mesa 18 casos de presuntos abusos sexuales supuestamente cometidos por el exprofesor de Educación Física por abusos o agresiones sexuales, pero uno de ellos no ha llegado a investigarse, dado que el exalumno decidió retirar la denuncia.
Además de citar como investigado a Benítez, que cuando declaró el pasado mes de febrero fue interrogado solo en relación con dos denuncias presentadas hasta ese momento, el juez tomará declaración a otras dos víctimas del exprofesor, a los que ha ordenado que examine un forense para determinar las secuelas que puedan arrastrar.
Concretamente, el magistrado acusa al exprofesor de Educación Física de agresiones sexuales a dos alumnos presuntamente cometidas en los años 2007 y 2010 -que comportan una pena de cárcel mayor al existir penetración- y de abusos sexuales a otros dos discípulos entre los años 2005 y 2009.
En otro auto, el juez instructor ha denegado la petición de la Fundación Champagnat, propietaria del centro de Maristas de Sants-Les Corts, de personarse como acusación particular en la causa abierta contra Joaquín Benítez, a lo que se oponen las víctimas, que ven posible responsabilidad de la escuela en los hechos.
De hecho, Benítez abandonó la escuela de Maristas después de reconocer ante la dirección haber abusado de alumnos, lo que motivó que la dirección comunicara los hechos a la Fiscalía, aunque el caso acabó archivándose porque los padres de un menor denunciante desistieron de seguir adelante con la denuncia contra el pederasta.
Por el contrario, el magistrado ha acordado aceptar que el Ayuntamiento de Barcelona ejerza la acusación popular contra el pederasta confeso.