Los jueces catalanes piden refuerzos y alertan de un colapso “dramático” en los juzgados sociales y mercantiles por la COVID-19

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha presentado este miércoles su propio plan de desescalada para poder celebrar los 75.000 actos judiciales que no se han podido llevar a cabo debido a la pandemia. Además de las medidas de seguridad e higiene y de la reprogramación de las agendas de los jueces y magistrados, que son las tareas más inmediatas, los togados catalanes han pedido refuerzos para las jurisdicciones social y mercantil, que serán las que registrarán más aumento de casos.

En rueda de prensa, el presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos; el de la Audiencia de Barcelona, Antonio Recio; y la decana de los juzgados de la capital catalana, Mercè Caso, han presentado las novedades motivadas por la pandemia que se encontrará cualquier ciudadano que tenga que acudir a una sede judicial.

Más allá de las medidas que entrarán en vigor a partir de este jueves, cuando deja de estar en vigor la suspensión de plazos judiciales, Barrientos y Caso han alertado de que el colapso que ya tienen los juzgados sociales y mercantiles puede incrementarse a partir de septiembre con los asuntos derivados de la crisis de la COVID–19 –despidos, ERTEs, conflictos por el permiso retribuido recuperable, concursos de acreedores de empresas, etc.

“Si no nos dan más medios vamos a ir a una situación dramática en la jurisdicción Social”, ha expresado Caso. “En los juzgados de lo Social lloverá sobre mojado”, ha añadido Barrientos. En este sentido, Caso ha explicado que muchos juzgados de lo Social ya estaban señalando antes de la pandemia las vistas para 2021 o incluso 2022. “Es intolerable que el ciudadano obtenga una respuesta judicial en tres años. Necesitamos refuerzos”, ha agregado Caso. Barrientos además ha hecho hincapié en que no basta con reforzar los juzgados con togados, ya que mientras dure la pandemia los edificios tendrán que convivir con limitaciones de espacio, lo que dificultará crear más juzgados.

Según datos del TSJC, durante las once semanas de estado de alarma –sin contar la actual– se han suspendido 82.000 vistas y únicamente se han llevado a cabo 7.194 urgentes, por lo que se han acumulado 75.306 actos –juicios, declaraciones, etc– pendientes. Además, si durante la semana previa al estado de alarma se dictaron 16.941 resoluciones judiciales, durante el confinamiento se han emitido 42.000, lo que supone que quedan por notificar 144.351.

Controles de acceso en las sedes

A partir de este jueves, tanto en la Ciudad como en el Palacio de Justicia de Barcelona solo se podrá entrar con mascarilla y justificando que se esté convocado para un juicio o una comparecencia. El acceso generalizado se restringe y solo se admitirá la entrada a una persona acompañante por cada víctima de delito que esté citada. Tampoco se podrá deambular por las instalaciones judiciales sino que se tendrá que acudir directamente a la sala donde se esté convocado o a la secretaría. La decana ha pedido paciencia a los ciudadanos y operadores jurídicos por los controles de acceso que se establecerán en la Ciudad de la Justicia.

La reprogramación de agendas es otro de los asuntos que preocupa a los jueces. No solo por las fechas, sino también por el espacio: las reducidas dimensiones de las salas de vistas de la Audiencia de Barcelona obligarán a trasladar los juicios con varios acusados a espacios “alternativos”, en palabras de Recio, que ha explicado que se está debatiendo con el departamento de Justicia dónde celebrar estas vistas además de en el amplio salón de actos de la Ciudad de la Justicia. Recio ha aprovechado la ocasión para reclamar a la Generalitat que termine el nuevo edificio de la Audiencia, cuyas obras se paralizaron tras descubrirse unas runas romanas.

En la Ciudad de la Justicia también estarán la mitad de salas habilitadas para garantizar las distancias de seguridad y que no haya aglomeraciones en los pasillos. Para compensar la reducción de salas, se habilitarán los juicios por las tardes, en especial en la jurisdicción social –ya hay 190 programados en junio– que ya es una de las más sobrecargadas en Barcelona antes de la pandemia.

“Habilitar señalamientos en horario de tarde es vital para nuestra organización”, ha sentenciado Barrientos, que junto a Caso han reclamado a la conselleria de Justicia ampliar el número de funcionarios de cada juzgado que pueden trabajar en el turno de tarde porque de lo contrario se podrían tener que llegar a suspender juicios ya señalados. “Nadie lo comprendería”, ha apostillado Caso.

Por su lado, fuentes del departamento de Justicia han aducido que la orden del Ministerio solo prevé el horario de tarde en los juzgados donde no se pueda garantizar la distancia de seguridad de los trabajadores por la mañana, por lo que habilitar un horario de tarde además del de mañana sería “incumplir” la orden ministerial. Además, la conselleria dice que se pueden señalar más juicios los lunes y viernes por la mañana. En suma, los juicios por la tarde solo se podrán celebrar en Barcelona si el auxilio judicial accede a trabajar en este nuevo horario.

Barrientos además ha restado peso a los juicios telemáticos. Si bien se intentará generalizar las comparecencias telemáticas de los testigos, en especial los policías desde las comisarías, en la fase de instrucción, el presidente del TSJC ha alertado de que en los juicios penales se tendrá que mantener la presencialidad para garantizar la publicidad y la inmediación del acto, ya que de lo contrario se podría llegar a cuestionar su validez por alguna de las partes. “Nuestras herramientas procesales son arcaicas e introduciremos lo telemático en una ley de enjuiciamiento criminal que es del siglo XIX”, ha constatado.