El Departament de Salut catalán ha anunciado este lunes que, a partir de hoy, empezará a administrar la tercera dosis de la vacuna a todos los que se han inoculado con Astrazeneca. La Generalitat ha tomado esta decisión ante el “aumento importante” de casos en la comunidad así como el paulatino crecimiento de ingresos en las plantas y en las UCI de los hospitales catalanes.
La mayoría de personas vacunadas con Astrazeneca tienen entre 60 y 69 años, pero la medida también afecta a otros colectivos de menor edad como profesores o policías, que también recibieron este tipo de vacuna.
Según el Govern, la vacuna de Astrazeneca tiene “poca efectividad” con la nueva variante omicron y ha señalado que es “esencial” que las personas inoculadas con este tipo de vacunas reciban una tercera dosis. Podrán recibirla todos los que se inmunizaron al menos hace tres meses.
“La variante omicron será la mayoritaria a partir de la semana que viene”, ha precisado la secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas, que no ha querido posicionarse sobre la necesidad de adoptar nuevas restricciones para frenar los contagios en Catalunya.
Según ha explicado Cabezas, la mayoría de los hospitalizados tiene 50 años o más y por eso ha destacado la necesidad de administrar una dosis de refuerzo. “Vemos que los ciudadanos mayores de 70 años, que han recibido una dosis de refuerzo, tienen una incidencia menor”, ha destacado la secretaria de salut.
La incidencia acumulada en Catalunya sigue subiendo y está ahora alrededor de los 486 casos por cada 100.00 habitantes. Ya hay 1280 ingresados en planta y 310 en las unidades de críticos. La directora del Servei Català de Salut, Gemma Craywinckel, ha alertado que se prevé que en los próximos días se alcancen los 500 ingresados en las UCI catalanas, el umbral a partir del cual se empiezan a aplazar intervenciones urgentes.
Salut se ha puesto como objetivo avanzar en la campaña de las terceras dosis para frenar un aumento de casos que ya se está notando en la atención primaria -recibió más de 28.000 visitas la semana pasada- y ante el aplazamiento de la actividad no urgente en los hospitales catalanes, que se ha generalizado durante la última semana.