El Consejo de Europa reclama a la Generalitat vigilar más las cárceles ante las denuncias de malos tratos a los presos

El régimen de aislamiento de las cárceles catalanas y algunas de las técnicas de contención utilizadas contra los presos son motivo de “preocupación” para el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa. La institución paneuropea de defensa de los derechos humanos y la democracia ha reclamado a la Generalitat, que tiene transferidas las competencias en prisiones, que aumente la “vigilancia” en las prisiones y mejore la capacitación de los funcionarios de prisiones después de recibir varias denuncias de presos de malos tratos físicos por parte de los trabajadores de las cárceles.

El informe del Consejo de Europa pone el foco en la prisión de Brians-1, centro penitenciario con un historial de denuncias de maltratos. En esta prisión, la delegación del Comité se centró en los presos en régimen de aislamiento, que pasan unas 21 horas encerrados y en soledad con solo dos horas de patio o actividades. Según el informe del Comité, varios internos de Brians-1 en aislamiento denunciaron “bofetadas, golpes y porrazos”. La delegación del Consejo de Europa reclama a la Generalitat que investigue “de forma rápida y exhaustiva” las denuncias de los presos.

El Consejo concluye que es necesario que la Generalitat de “pasos adicionales” en relación al régimen de aislamiento “para promover un régimen más individualizado y para ayudar a los presos a reintegrarse en la población carcelaria convencional”. El Comité también expresa su “preocupación” por el sistema de fijación mecánica con correas empleado todavía en las cárceles catalanas, sistema que provoca “lesiones graves” a los internos y que los expertos del Consejo de Europa instan a abolir.

Asimismo, el Consejo valora los esfuerzos de la Generalitat en perspectiva de género en las prisiones, como por ejemplo la inauguración de una unidad de madres y bebés en la prisión de Wad-Ras, pero pide un mayor esfuerzo a la administración catalana para “desarrollar un enfoque específico de género que tenga en cuenta las necesidades y vulnerabilidades de las mujeres y que, en general, las mujeres presentan un menor riesgo de seguridad que los hombres”.

Además de las prisiones, el Consejo también ha analizado la situación en las comisarías de los Mossos d'Esquadra. Los expertos europeos exponen que han recibido quejas de detenidos de presuntos malos tratos por parte de agentes de la policía autonómica, por lo que recomienda a las autoridades catalanas “trasmitir un fuerte mensaje de que los malos tratos a las personas detenidas son ilegales, poco profesionales y objeto de sanciones apropiadas”.

Si bien el informe destaca avances de la policía catalana respecto a los derechos de las personas detenidas, el Comité concluye que las comisarías de la policía autonómica “siguen teniendo falta de acceso a luz natural e iluminación artificial inadecuada, poca ventilación, acceso inadecuado al agua potable y productos de higiene personal y la ausencia de patios de ejercicios”.