La propuesta de un pasaporte de inmunidad, un certificado digital vinculado al carnet de vacunación que incluya el estado inmunológico de cada ciudadano y que sea la referencia para acudir al trabajo o ir a un restaurante, ha hecho aflorar de nuevo discrepancias en el seno del Govern. La consellera de Salud, la republicana Alba Vergès, ha evitado apoyar la propuesta incluida en el plan de desconfinamiento trazado por el epidemiólogo Oriol Mijtà y que este domingo fue avalado por el president de la Generalitat, Quim Torra.
En la rueda de prensa diaria del Govern sobre la evolución del virus, Vergés ha rechazado dar su opinión sobre el pasaporte de inmunidad, la medida más polémica del plan por su incidencia en la privacidad y en el derecho a la intimidad de las personas. “Lo lamento pero no diré si estoy a favor o en contra del pasaporte. Mi opinión como consellera de Salud no es relevante”, ha afirmado Vergés.
El Govern quiere aprobar a finales de semana de forma oficial el plan de desconfinamiento de Catalunya pese a que depende del aval del Gobierno central, que en virtud del estado de alarma ha centralizado las competencias en sanidad y orden público transferidas a la Generalitat por lo menos hasta el 9 de mayo, cuando finalizará la última prórroga del estado de alarma.
A pesar de la falta de competencias del Govern, la portavoz del gobierno catalán, Meritxell Budó, ha dicho que la intención es aprobar el plan de desconfinamiento en un consejo ejecutivo extraordinario a finales de semana. “Nadie ha dicho que no sea competencia de la Generalitat pensar en la mejor manera de salir de esta pandemia para sus ciudadanos y ciudadanas”, ha dicho Budó a modo de justificación.
Así pues en menos de una semana todas las medidas propuestas por Mijtà se trasladarán a otros expertos. Vergés ha dicho que el pasaporte está “a debate” no solo en Catalunya sino también a nivel europeo, y ha valorado que la pertinencia de la medida dependerá de que el pasaporte “no vaya nunca en contra de la ética”. Preguntada por los periodistas, Vergés tampoco ha detallado el marco legal en el que se ampararía el pasaporte de inmunidad, aspecto que tampoco aparece en el documento completo de Mijtà.
Con todo, Vergés ha puesto en duda el plazo dado por Budó al menos en lo referente al pasaporte de inmunidad, pues según la responsable de Salud “se requiere un cierto tiempo” para mantener un debate de esta índole, en el que entran en juego “criterios bioéticos” o la protección de datos de la ciudadanía. “No sé si en una semana lo habremos dirimido”, ha agregado.
Torra encargó la propuesta de Mitjà, virólogo muy crítico con la gestión del Gobierno central del virus, hace 15 días. El objetivo del plan es recuperar la actividad social y económica sin exponer a la población a un nuevo brote de contagios por coronavirus una vez se levante el confinamiento general.