Alerta máxima en las playas de la Costa Daurada, en la provincia de Tarragona. Hasta ocho personas han perdido la vida en lo que va de verano en las costas de la zona, tres de ellas en la playa del Miracle de la capital, en lo que ya es un julio negro con uno de los peores registros mortales de la década. Ante esta situación el ayuntamiento de Tarragona ha optado por ampliar el servicio de socorrismo hasta las 20 horas de la tarde y adoptar medidas preventivas como aumentar los mensajes sonoros sobre el estado del mar y los paneles informativos.
“Las altas temperaturas de este verano hacen que la gente acostumbre a ir a la playa cuando cae la tarde, que es justamente cuando los socorristas acaban su servicio”, explicó Montse Adan, alcaldesa accidental de Tarragona. Con todo, la edil consideró que esta es una situación que afecta “a todo el país” y anunció que están estudiando nuevas medidas, como balizar algunas zonas de la playa en determinados momentos y poner impedimentos físicos para el baño.
Tarragona ha tomado esta decisión después de que se hayan ahogado varias personas en los últimos días en la playa del Miracle. El 8 de julio murió un hombre de 32 años, el día 26 un joven de entre 25 y 30 años, este martes otro de 40 años mientras intentaba auxiliar a dos bañistas que no podían salir del agua, y este miércoles por la mañana, un hombre de 70 años ha sido trasladado muy grave al hospital Juan XXIII tras ahogarse en la misma playa.
Estos episodios son los más graves, pero los datos de Cruz Roja recopilados por la agencia ACN muestran que las emergencias se han multiplicado. Solo en la ciudad de Tarragona, en lo que llevamos de verano hasta el 31 de julio se han realizado 562 asistencias sanitarias en las playas tarraconenses y 42 rescates. Durante todo el verano de 2022, por contraste, las asistencias llevadas a cabo desde el servicio de socorrismo fueron 623, y se efectuaron 12 rescates.
Aunque la zona de Tarragona destaca como punto negro, los datos sobre ahogamientos preocupan a lo largo de toda la costa catalana, e incluso en las piscinas. En total en lo que va de verano se han contabilizado 23 fallecidos por ahogamiento en Catalunya, 16 en playas y 7 en piscinas, mientras que tres personas siguen hospitalizadas, entre ellas una menor de 2 años.
En una entrevista en Rac1, la jefa del servicio de Emergencias de la Generalitat, Montse Font, ha llamado a la precaución de los usuarios de las playas y ha pedido evitar el baño si no hay vigilancia de socorristas o, como mínimo, hacerlo en compañía. “Hay gente que va a la playa que no sabe nadar”, ha alertado, tras lo que ha indicado que hay que tener en cuenta que el mar no es una piscina y que hacer pie en todo momento es una buena pauta de seguridad para evitar ahogamientos.