Torra arremete contra el arzobispo de Barcelona por celebrar una misa con 500 personas pese a las restricciones y anuncia una sanción

Conflicto abierto entre la Iglesia y la Generalitat. El president de la Generalitat, Quim Torra, ha arremetido este lunes contra el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, por haber celebrado este domingo una misa con 500 asistentes en la Sagrada Familia en memoria de las víctimas del virus pese a la prohibición de reuniones de más de 10 personas en espacios públicos o privados. Torra ha avanzado que se abrirá un expediente sancionador al arzobispado por no respetar las restricciones del Govern.

Más allá de la sanción administrativa, Torra ha cargado con dureza contra Omella y ha sacado a colación el papel del arzobispo y cardenal en la crisis del procés y ha lamentado que el arzobispo no haya visitado a los presos soberanistas. “Mi iglesia es la que está al lado de los presos y condena la represión”, ha lanzado.

El president ha afeado a Omella que apelara a la libertad de culto para celebrar la misa en la Sagrada Familia este domingo “pero que durante todos estos años se haya olvidado de la Constitución y de los derechos fundamentales y no haya condenado la represión”.

Asimismo, Torra ha querido trasladar a Omella una reflexión a título personal y como católico: “Me eduqué en los jesuitas, mis referentes son Pere Casaldàliga y Ernesto Cardenal y soy amigo de curas que trabajan en la Mina. Mi iglesia es la iglesia de los pobres, la que está al lado de los vulnerables y de los presos”.

Tras anunciar un recurso contra la prohibición de reuniones de más de diez personas, Omella, en su homilía de este domingo, también mencionó de forma velada la polémica con el Govern y afirmó que celebraba la eucaristía “con gozo, confianza y esperanza pese a las dificultades de pandemia y otras dificultades”. La misa de la Sagrada Familia no tenía la autorización del Govern al superar el aforo permitido.

Las críticas de Torra a Omella de este lunes se suman a las que su antecesor en la presidencia, Carles Puigdemont, pronunció este domingo. En una entrevista en TV3, Puigdemont acusó a Omella de “no comportarse como un hombre de Iglesia sino como un hombre de Estado” durante el otoño soberanista de 2017.