El presidente del Parlament, Roger Torrent, y el diputado de ERC Ernest Maragall han llevado el caso de espionaje de sus teléfonos móviles ante Naciones Unidas, el Consejo de Europa y Amnistía Internacional. En paralelo, los dirigentes independentistas ultiman una querella en los juzgados contra el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán.
Para denunciar el presunto espionaje mediante 'Pegasus', un programa que solo pueden comprar los gobiernos, Torrent y Maragall han contactado con el relator especial de promoción y protección del derecho a libertad de expresión y opinión de la ONU, David Kaye; la comisaria por los Derechos Humanos en el Consejo de Europa, Dunja MijatoviÄ; y la secretaria general adjunta de Amnistía Internacional, Julie Verhaeren.
En sendas cartas dirigidas a las tres instituciones internacionales, Torrent y Maragall indican que “el espionaje a ciudadanos y representantes políticos constituye una agresión inaceptable a los derechos fundamentales”. Por ello consideran que “las instituciones no puedan pasar por alto estos hechos sin tomar las medidas oportunas” y remarcan que “emprenderán todas las actuaciones al alcance para impedir que estas prácticas resten impunes”.
En el caso de la comisaria Dunja MijatoviÄ, Torrent le advierte de que también pudo ser espiada, ya que ambos mantuvieron una reunión en Estrasburgo el 14 de mayo de 2019, período en que se produjo el ataque. Por su parte, tanto Kaye como Amnistía Internacional han denunciado en varias ocasiones el uso abusivo e ilegal de 'Pegasus' en países como México, Marruecos o Arabia Saudí contra periodistas, activistas y políticos.
Torrent y Maragall han emplazado a los representantes de las tres instituciones a seguir de cerca el caso y a emprender las medidas que consideren apropiadas para proteger sus derechos.