La Intersindical CSC, un sindicato catalán de orientación independentista, ha denunciado ante la Inspección de Trabajo al cocinero Jordi Cruz por tener becarios sin cobrar en su restaurante ABaC de Barcelona. Con su denuncia, el sindicato pretende que se compruebe si el establecimiento mantiene una relación laboral vinculada a los convenios de colaboración de los becarios.
Fuentes del sindicato han manifestado que su denuncia, además, tiene como objetivo que tanto la administración como el resto de los interlocutores sociales se manifiesten sobre el empleo de becarios como mano de obra. Según explican fuentes del sindicato, el caso del ABaC ha tenido trascendencia por la fama del cocinero, pero “habría que hacer una revisión de los convenios de colaboración que usan becarios”.
Ahora la Inspección de Trabajo deberá certificar si realmente los becarios están en el establecimiento para aprender o si están para sacar adelante trabajo necesario para el funcionamiento del restaurante, después de que las declaraciones del cocinero hayan sido equívocas sobre este punto. Además, todos los becarios en el restaurante deben estar dados de alta y pagando las tasas y los impuestos correspondientes.
Declaraciones desafortunadas
Desde el sindicato I-CSC se considera que las declaraciones que hizo Jordi Cruz, cuando se conoció la situación de los becarios o estagiers, son “desafortunadas”. En este sentido han destacado que no se puede defender que haya gente trabajando sólo por la comida y la estancia, cuando en Barcelona se dan casos tan sangrantes como los de las mujeres que limpian habitaciones, conocidas como las Kellys, o la sobreexplotación que se denuncia en otros ámbitos de la hostelería.
El famoso cocinero, conocido por el gran público por su aparición en TVE en el programa Masterchef, afirmó en declaraciones a El Confidencial: “Me molesta que se hable del trabajo del stagier como algo negativo, como si fuera un abuso o una mala práctica”. En este sentido, Cruz aseguraba respecto a los becarios que “están aprendiendo de los mejores en un ambiente real, no te está costando un duro y te dan alojamiento y comida. Eres un privilegio”. Abundando en la misma lógica, el cocinero confesaba: “Un restaurante Michelin es un negocio que, si toda la gente de cocina fuera en plantilla, no sería viable”.