La revolución democrática que llegó hace 60 años a bordo del Seat 600
El trayecto que va de una sociedad especialmente autoritaria a una democrática se puede hacer a pie o a bordo de un vehículo. En Catalunya y en España el paso se puede explicar a partir de la historia del Seat 600, un coche que marcó la transformación de un mundo autárquico a una sociedad moderna. Y en la vida de los trabajadores supuso el tránsito de una disciplina militar a una estructura con derechos y capacidad de negociación.
La sede de CCOO en Barcelona acoge la exposición que explica la evolución de la sociedad en los últimos 60 años: el primer Seat 600 salió de la fábrica de la Zona Franca en 1957, e incluso antes, cuando se fundó la empresa automovilística que marcaría el futuro industrial en Catalunya.
La diferencia entre dicha exposición y la que podría encontrarse en cualquier otro lugar es precisamente que en la primera se encuentran también la opinión, documentos e imágenes de la lucha por la libertad sindical y democrática que protagonizaron durante la dictadura miles y miles de trabajadores procedentes de diversos lugares de España. Esa es la intención de sus impulsores, el Memorial Democrático de los trabajadores de Seat. Esta es una organización creada en 2004 para preservar y difundir y transmitir a las jóvenes generaciones los valores que impulsaron el compromiso personal y colectivo de aquellos luchadores.
Seat se construyó el 9 de mayo de 1950. El capital social inicial fueron 600 millones de pesetas, que en un 51% fueron aportados por el Instituto Nacional de Industria, (INI); un 42% lo aportaron siete bancos españoles y un 7% lo invirtió FIAT, aunque la industria italiana no aportó dinero si no su conocimiento industrial.
La plantilla inicial de la compañía fueron 925 personas, que fabricaban 5 coches al día. El primer vehículo salió de las cadenas de montaje el 13 de noviembre de 1953, su matrícula fue la B-87223. Era un coche derivado del modelo 1.400 de FIAT. Por su aspecto lujoso, se consideró que podía ser el taxi perfecto o el vehículo oficial adecuado. Su precio oficial eran 14.000 pesetas, más el 20% añadido como impuesto de lujo. Pero, la exposición destaca que en el mercado se podía pagar hasta un 50% más porque había una gran demanda y la oferta era muy limitada.
En 1955 se amplió capital hasta 900 millones de pesetas y se decidió que se fabricaría un pequeño utilitario, el Seat 600. El 27 de junio de 1957 salía de fábrica el primer 600.
Pensado para la emergente clase media del país, el coche rápidamente se convirtió en un éxito. El primer modelo costaba 65.000 pesetas, que al cambio son 390 euros, que ahora serían más de 18.000 euros, 3,5 años del salario medio de la época. Aquel primer Seat 600 era muy pequeño, tenía una longitud de 3.295mm y 1.380mm de ancho. El ingeniero Dante Giacosa, diseñador de Fiat, no solo fue el padre del 600, sino que también diseñó el 500, que nunca fue fabricado por Seat, y los 124 y 127 posteriores.
La exposición aporta un dato poco conocido, Giacosa, fue despedido de FIAT precisamente por su vinculación y relación con los sindicatos italianos, que le habían sugerido fabricar un coche para la clase trabajadora.
La irrupción del Seat 600 en las carreteras españolas facilitó la movilidad de las clases populares. Supuso el inicio de un incipiente turismo interior. Y muy de acuerdo con la situación de la época, un cambio de costumbres. Así, la exposición de CCOO muestra cómo el diseño del pequeño coche no previó que habría mujeres conductoras con falda, y la forma inversa de apertura de las puertas implicó que para salir del puesto de conducción muchas veces la prenda de vestir se debía acortar más de lo previsto para facilitar así la movilidad de las conductoras.
Disciplina militar
Pero no todo son anécdotas simpáticas. La exposición explica que los inicios de la producción de coches implicaron la adopción masiva del taylorismo, producción en cadena a la que no estaban acostumbrados los trabajadores. Esto empeoraba debido a que la disciplina en las cadenas de montaje era casi militar. Para evitar que los trabajadores se mezclaran y hablaran entre ellos se ordenó que los trabajadores de las diferentes secciones y puestos se vistiesen con uniformes e insignias diferentes, lo que permitía identificar en cualquier momento quien estaba fuera de su lugar habitual.
Pronto se produjeron los primeros conflictos laborales. Se daban en el interior de la fábrica y para detenerlos, en algún momento los encargados, muchos de ellos militares retirados, patrullaron por la fábrica a caballo.
Junto con los cambios sociológicos que aportó el Seat 600 a Catalunya y España, la empresa dio paso a la existencia de una potente industria automovilística, con una gran concentración de trabajadores. Seat llegó a superar los 25.000 empleados, cosa que hizo que en la factoría las luchas para conseguir mejorar los convenios o para obtener primas fueran habituales mucho antes de llegar la democracia.
En la empresa se constituyeron las CCOO y también, más tarde, los núcleos de lo que serían otros sindicatos.
El 6 de octubre de 1971 es una fecha que los trabajadores de Seat nunca olvidan. Aquella jornada unos 6.000 obreros ocuparon pacíficamente la factoría para reclamar la readmisión de los compañeros despedidos meses antes, los habían convocado las Comisiones Obreras de la fábrica.
Asesinato de Antonio Ruiz Villaba
Antonio Ruiz Villalba tenía 33 años, era soldador en el taller 33 de la planta desde hacía seis años. Participó con sus compañeros la lucha. Murió el 10 de octubre a causa de ocho balas que disparó la policía franquista. Los testigos hablan de una verdadera batalla campal de los grises contra los trabajadores, que causó muchos heridos de bala. A estas agresiones respondieron con barricadas en los talleres y tirando tornillos y tuercas a los caballos para que resbalaran. Aquel fue el inicio de una conflictividad creciente. La exposición recoge las hojas ciclostiladas con las que los trabajadores informaban sus compañeros de las movilizaciones y las negociaciones con la dirección.
A partir de aquel momento el régimen franquista no tuvo tregua por parte de los obreros de Seat. De aquella época es el dicho: “Cuando Seat estornuda, Catalunya se constipa”. La solidaridad de la sociedad permitió, a su vez, que los trabajadores y dirigentes despedidos o detenidos fueran sustituidos inmediatamente, sin que la lucha se resintiera.
El 31 de julio de 1983 se dejaba de producir el Seat 600 en las plantas de Catalunya, sin embargo, en otros países como Argentina se fabricó hasta 1985.