Una veintena de trabajadores de salvamento de las playas de Barcelona se encuentran encerrados en el ayuntamiento de la ciudad. El grupo, según ha manifestado un portavoz, se ha desplazado a primera hora de la mañana a las puertas de la casa consistorial. Allí han visto que entraba la alcaldesa y le han pedir hablar con ella. Ada Colau, ha aceptado que entraran en el edificio y ha iniciado un breve diálogo con ellos y ha manifestado que daría respuesta.
Ante esta situación, los trabajadores han decidido que esperarán a que la máxima edil municipal les diga si el ayuntamiento instará la subrogación o no de los socorristas afectados.
La clave del conflicto es el papel que pueda adoptar el consistorio. Se convocó un concurso para renovar la concesión de la vigilancia de las playas de Barcelona que tradicionalmente ha realizado la Cruz Roja. Esta entidad presentó una propuesta económica superior a la máxima contemplada en el concurso: 3 millones cuando la cifra más alta incluida en el pliego de condiciones era de 2,46 millones. Esto hizo que se aceptara la propuesta de Proactiva Servicios Acuáticos, SL.
Una vez terminado el proceso de adjudicación queda un problema: Qué hacer con los trabajadores que tienen una preparación especializada y que pueden quedar en la calle. Estos operarios inmediatamente reclamaron que el Ayuntamiento ejerciera la subrogación sobre la plantilla, lo que implicaría que Proactiva tuviera que asumirlos. Pero una vez revisado el contrato la obligatoriedad no queda clara.
Según Cruz Roja, la entidad que parece que ha querido desembarazarse de la concesión porque afirma que perdía dinero, fue ella la que reclamó al ayuntamiento que en el pliego de condiciones hubiera una referencia a la subrogación del personal. A la postre, esta alusión está, pero de una manera ambigua. Se menciona la subrogación, acompañada de la coletilla, en su caso.
Los trabajadores interpretan el sufijo en el sentido de que es el Ayuntamiento de Barcelona quien puede hacer que Proactiva asuma los trabajadores. Pero el consistorio hace una lectura menos taxativa y, al menos hasta hace dos días, consideraba que era Proactiva quien debía decidir si subrograva o no. Ahora la decisión la tiene la alcaldesa. A la entrada del ayuntamiento los socorristas esperan.