Los altercados en las manifestaciones contra el encarcelamiento de Pablo Hasel y la mutilación de una joven presuntamente a causa de un proyectil de 'foam' de los Mossos d'Esquadra han vuelto a situar a la policía catalana en el centro del debate. En una reunión de mandos este viernes, la cúpula del cuerpo se ha conjurado para hacer frente a las críticas sobre la actuación de los antidisturbios estos últimos días, mientras crece el malestar interno con la falta de apoyo político al cuerpo después de que el propio conseller de Interior, Miquel Sàmper, reclamara un cambio de modelo de orden público de los Mossos.
En una reunión convocada por el major, Josep Lluís Trapero, los dirigentes del cuerpo han querido mostrar cohesión interna y agradecer el trabajo a las unidades antidisturbios, a las que han dado su máximo apoyo. Según fuentes policiales citadas por la agencia ACN, los mandos han admitido que si el Parlament cambia el modelo policial deberán adaptarse, pero mientras tanto seguirán actuando con los mismos criterios que hasta ahora. También han constatado que los agentes se han convertido en uno de los principales objetivos de los manifestantes violentos.
En la reunión en el complejo central Egara de Sabadell (Barcelona) han asistido una cuarentena de mandos territoriales, centrales y de la Prefectura del cuerpo. Es una asistencia similar a la de otras reuniones de los viernes, pero esta vez ha sido monotemática. Se han analizado cronológicamente los hechos desde el martes por la mañana, con la detención de Pablo Hasel en la Universidad de Lleida, que se ha considerado técnicamente impecable, hasta los últimos disturbios de este jueves por la noche. Han hablado muchos mandos, y desde la Jefatura del cuerpo se ha querido dar el máximo apoyo y agradecimiento a todos los agentes que han intervenido estos días, especialmente a los de orden público.
Los Mossos constatan que se han convertido en uno de los objetivos de los manifestantes violentos de estos días, incluso en el principal objetivo, más allá de los edificios donde tradicionalmente se centran los ataques como la Delegación, subdelegaciones y otros edificios del Gobierno, juzgados o comisarías de la Policía Nacional de la Guardia Civil, entre otros. El ataque del martes por la noche en la comisaría de los Mossos de Vic no se había previsto porque nunca había pasado, pero ha hecho concienciar a los dirigentes del cuerpo que hay que aumentar la autoprotección de los agentes, vehículos y edificios.
En todo caso, haberse convertido en objetivo primordial de los violentos “no condiciona” la actuación de la Brimo y la ARRO, aseguraron los mandos. El cuerpo también es consciente del cuestionamiento público de las unidades de orden público, pero se ha dado el máximo apoyo y agradecimiento a los agentes y mandos que forman parte de las mismas porque se considera que estos días han sido difíciles y ha actuado bien. La jefatura ha pedido a los mandos que estén junto a sus subordinados y aislarse “tanto del ruido como de los silencios”, en referencia implícita a las críticas por la falta de apoyo de algunos partidos políticos.
Sobre la joven de 19 años que ha perdido el ojo, el cuerpo lamenta la lesión y aseguró que es el máximo interesado en investigar y aclarar de forma transparente lo que pasó en la Vía Augusta de Barcelona martes por la noche. Más allá de la lesión, los Mossos consideran que el debate sobre el modelo de orden público lo debe hacer el Parlament, el Govern y la sociedad catalana. Respecto al uso concreto de los proyectiles de 'foam', que ha ido a la baja desde el martes hasta el jueves, los mandos antidisturbios han agradecido “la empatía y el rigor” de los altos mandos a la hora de autorizar el lanzamiento estos días.
Al margen de la reunión de la cúpula, las críticas sindicales a la conselleria no se han hecho esperar. “A lo mejor lo que haría falta revisar es el tipo de sociedad y de clase política porque cualquier manifestación termina siendo una excusa para incendiar la calle y atacar a la policía”, ha respondido este jueves el portavoz del Sindicato de Mandos de los Mossos d'Esquadra (SICME), Jordi Silva, que ha criticado la “utilización” de los Mossos en las negociaciones para formar el nuevo Govern. Silva ha reivindicado la “transparencia” de los Mossos y ha recordado que el cuerpo revisa todas sus actuaciones, incluida la que presuntamente vació un ojo a una manifestantes el martes en la protesta de apoyo a Pablo Hasel.
“Cuando la clase política en vez de apoyarnos habla de revisar el modelo de orden público nos deja absolutamente de lado”, ha denunciado Silva en declaraciones a TV3. “Se tiene que hablar y la actuación se revisará y los Mossos no quieren hacer daño a nadie, evidentemente si ha sido un impacto de 'foam' ha sido un accidente que no nos gusta, pero me gustaría ver cuando un compañero salga mal herido si se hablará tanto de él. ¿Nosotros tenemos que recibir de todo y callar?”, ha apostillado Silva.
Mientras, el sindicato mayoritario del cuerpo, el SAP-Fepol, ha criticado que algunos partidos políticos “criminalicen” al cuerpo y han asegurado que se plantea “firmemente la posibilidad de plantarse”. Desde el sindicato aseguran que la situación es “insostenible” después de las declaraciones de la diputada de la CUP Dolors Sabater, quien reclamó la prohibición de los proyectiles de 'foam' y un cambio en el modelo de seguridad de la policía catalana.
El sindicato ha criticado “la falta de información, de previsión y de planificación en los dispositivos de orden público de estos días han puesto en peligro a los efectivos de los Mossos d'Esquadra” y ha lamentado que los dispositivos, en vez de neutralizar la violencia y restablecer el orden público, convierten a los efectivos policiales en el objetivo principal de esta agresividad desmedida.
La central también ha exigido a la conselleria de Interior saber cuál es el motivo por el que estos días no se han activado todos los recursos policiales necesarios para afrontar los dispositivos con mayores garantías, y han recordado que el modelo de orden público de Catalunya está basado en “la proximidad en el diálogo y la distancia en la fuerza”. Desde el sindicato han manifestado que el cuerpo ha hecho el gran esfuerzo de buscar medios de mediación, pero ante la imposibilidad, “el uso legítimo de la fuerza es la única estrategia posible para restablecer el orden público”, y han exigido herramientas efectivas que garanticen la distancia con las masas violentas en los dispositivos.
Más allá ha ido la Associació Professional de Mossos d'Esquadra (APME), organización no mayoritaria del cuerpo, que ha advertido a los políticos que “o reconducen de una vez por todas está situación o haremos el cuerpo de los Mossos d'Esquadra ingobernable”.