Cuando se cumple exactamente un mes de la muerte de un ciudadano armenio en Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona, nuevas voces de denuncia han atravesado estos días las paredes del centro de reclusión barcelonés. Al menos cinco internos han hecho saber a la campaña Tanquem els CIE que entre los días 31 y 1 de enero han recibido agresiones por parte de los agentes que custodian el centro -del Cuerpo Nacional de Policía-. Desde Tanquem els CIE ya han remitido las denuncias al juzgado de instrucción número 9 y al juez de control del centro.
El ambiente en el CIE era tenso estos días a causa de una huelga de hambre iniciada por decenas de internos para poner de manifiesto las duras condiciones de vida en el centro, y esta tensión habría desembocado en la actuación agresiva de algunos agentes el día 31 de diciembre, mientras los internos se duchaban. Dos de ellos aseguran que fueron golpeados repetidamente en el codo, en la espalda y en las manos, después de que les ordenaran salir de la ducha y ellos preguntaran el motivo.
Y la escena se repitió al día siguiente, según denuncian otros dos internos. Un grupo de policías volvió a echar de las duchas supuestamente con violencia a varias personas, arrastrándolas y golpeandolas, después de haberlas amenazado e insultado. Y esta vez las agresiones habrían continuado en las celdas, según Tanquem els CIE, perpetradas en este caso por varios agentes antidisturbios que acababan de entrar en el centro.
Desde la campaña aseguran que las lesiones de una de estas supuestas víctimas son “perfectamente visibles” y de “diversa consideración”, pero a la vez lamentan que “no han podido ser valoradas ni sanadas” porque dicen que se les ha negado asistencia médica hasta el momento.
Con los escritos puestos ahora en manos de la justicia, Tanquem els CIE pide a los magistrados que tomen declaración de los denunciantes y que se soliciten las grabaciones disponibles de aquellos días. Además, como siempre hacen en estos casos, piden que se tome la medida cautelar de no expulsar a ningún interno que pueda tener información relevante sobre los hechos. Pero de entrada ya informan que uno de los presuntos agredidos fue deportado a su país de origen esta mañana.
Inusual presencia de antidisturbios
Después de varias entrevistas con los internos, la campaña Tanquem els CIE también ha podido constatar que desde la tarde del 31 de diciembre un dispositivo de agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía está irrumpiendo de manera “frecuente” en el centro, y según los internos estaría implicado también en algunas de las agresiones. En el escrito remitido al juez de control se le pide que aclare cuál ha sido el papel de los antidisturbios en los hechos denunciados, y que controle su presencia “de manera efectiva en el menor tiempo posible”.
Desde Tanquem els CIE creen que debería ser el juez de control del centro quien autorizara o no la entrada de un dispositivo de antidisturbios en un espacio de privación de libertad como es un CIE, pero la falta de regulación de estos centros provoca que, una vez más, no haya un protocolo establecido. Incluso tratándose de una actuación, como la de los antidisturbios, que según Tanquem els CIE puede “tener un coste muy elevado en cuanto a tensión dentro del centro”.