Vendrell comió hace un mes con la consellera de Salud para “hacerle algunas reflexiones” sobre un concurso público al que optaba su empresa

Los negocios del exconseller de ERC Xavier Vendrell con la Generalitat también forman parte de la investigación de un juez de Barcelona. Los investigadores han documentado cómo el exconseller comió el pasado 2 de octubre con la consellera de Salud, Alba Vergés, durante más de tres horas, para, en las propias palabras de Vendrell, “hacerle algunas reflexiones” sobre un concurso al que optaba una de sus empresas y que permanecía en suspenso tras detectarse irregularidades.

Al margen de la supuesta trama rusa en favor del procés y su participación en Tsunami Democràtic así como en un presunto caso de corrupción urbanística, el juez Joaquín Aguirre investiga si Vendrell contactó con el Govern para “obtener contratos de emergencia” por la COVID-19 así como si usó su influencia en ERC para ganar otros concursos de la conselleria de Salud.

El contrato en el que se han fijado los investigadores fue licitado por el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM, por sus siglas en catalán) y versó sobre el servicio de visitas médicas y pruebas complementarias que las mutuas realizan para la Generalitat durante los años 2018 y 2019. La empresa de la que Vendrell es representante formó parte de una Unión Temporal de Empresas (UTE) que obtuvo cuatro lotes del concurso por importe de 442.672 euros.

Sin embargo, una de las empresas rivales en el concurso recurrió la licitación en marzo de 2018, y el Instituto Catalán de la Salud le dio la razón, al suspender la adjudicación de los cuatro lotes a la UTE de la empresa de Vendrell. Alegaba la firma rival que la UTE vencedora del concurso, de la que formaba parte Vendrell, solo se había formado para “falsear la competencia” y “repartirse el mercado”.

Pese a que en un primer momento se suspendió la licitación del contrato, en junio de 2019 el Instituto Catalán de la Salud lo adjudicó a la UTE vinculada a Vendrell. La mesa de contratación, expone la Guardia Civil tras el análisis de la documentación, concluyó que la UTE de Vendrell sí cumplía con los requisitos técnicos del concurso y que venía prestando desde 2014 el mismo servicio “sin incidencias”.

Pero la empresa competidora fue más allá y también recurrió en octubre de 2019 el concurso ante el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público, el ente al que las empresas acuden antes de la vía judicial Contencioso–Administrativa para resolver los litigios en la contratación pública. En marzo de 2020, el Tribunal de Contratos del Sector Público dio la razón a la competidora de Vendrell y dejó sin efecto la adjudicación a la UTE del exconseller. Concluyó el tribunal que la adjudicación “no fue ajustada a derecho” y retrotrajo el concurso al momento anterior a la concesión del contrato.

Los pinchazos telefónicos del sumario del caso muestran la preocupación de Vendrell por el resultado del contrato. Otra de las investigadas en la causa, la subdirectora general de evaluaciones médicas de la conselleria de Salud, Lidia Domingo, advirtió a Vendrell en una conversación de que “tuvieran cuidado con los tiempos de entrega de realización de pruebas porque por eso habían ganado”.

Solo unas semanas después, Vendrell reacciona con enfado a uno de sus socios al descubrir el recurso de la empresa competidora. “Sin el contrato del ICAM la empresa no vale nada”, lanzó Vendrell, para a renglón seguido cargar contra su rival: “Si quieren pleitear que pleiteen, que hagan lo que les dé la puta gana y como me hinchen mucho los huevos les enviaré a un colombiano y les daré dos hostias a cada uno porque no hay derecho....”.

Finalmente, en una conversación del pasado 2 de octubre por la mañana, su interlocutor le pregunta “si el concurso está encallado”, a lo que Vendrell responde que ese día comía con Vergés “porque es muy desesperante todo eso y ella no es consciente de la mafia que tiene ahí metida”.

Unas horas después los investigadores localizaron efectivamente a Vendrell comiendo con Vergés en un restaurante. A su interlocutor le había explicado, según transcribe la Guardia Civil de la conversación, que ya “había explicado” la situación del contrato “a la secretaría general” del departamento, pero que la secretaría “había cambiado”.

Como varias área de la conselleria, la secretaría general de Salud sufrió cambios durante la crisis del coronavirus y a principios de septiembre Marc Ramentol sustituyó en el cargo a Laura Pelay. Al “haber cambiado” la secretaría general, Vendrell asegura que en el departamento “no hay nadie que sea consciente” de una “situación” que tilda de “muy bestia”. “Nadie tiene una reacción clara, con este tema están así y le tengo que explicar cosas”, apostilló Vendrell.

Sobre el resultado de la comida con Vergés en el sumario solo consta que Vendrell, el mismo día del encuentro, le comentó a su esposa que había tenido una comida “de tres horas y veinte minutos” con la consellera y que “había ido muy bien”.

Por otro lado, en una conversación telefónica de enero de 2020 Vendrell se jactó de que tras el nombramiento de Salvador Illa en el Gobierno iba a tener “acceso” al ministerio de Sanidad, algo que “considera clave porque ha puesto mucho tiempo y dinero y llega la hora de recoger”, sin que la Guardia Civil haga constar en el sumario ningún contrato de Vendrell con el Ministerio.

Al margen del caso concreto de la adjudicación investigada, en noviembre de 2018 la Agencia Catalana de la Competencia abrió un expediente sancionador a la empresa de Vendrell precisamente por lo mismo que había denunciado su competencia: “coordinar” las ofertas entre varias empresas para formar una UTE que se quedara con los contratos.