Xavier Rius: “El discurso de Junts sobre la inmigración legitima lo que hace Sílvia Orriols”

La primera vez que Sílvia Orriols, la líder del partido islamófobo Aliança Catalana (AC), se subió a un avión fue en julio de 2019. La entonces concejal de Ripoll quedó alucinada con la cantidad de gente que había en el aeropuerto y preguntó sinceramente “a dónde iba” toda esa gente.
Anécdotas como esta, recogidas en el libro Aliança Catalana, els nostres ultres (Icària) escrito por el periodista Xavier Rius Sant (Barcelona, 1959) permiten hacerse una idea de quién es la alcaldesa que ha sacudido la política catalana con su mensaje ultra y favorable a la independencia. Una persona cerrada, que apenas ha salido de Catalunya, que solo come huevos si son de las gallinas de la granja de su padre y solo consume una bebida alcohólica: la ratafia, un licor catalán elaborado con frutos, hierbas y especias.
El autor atendió el pasado miércoles a elDiario.es para hablar del auge de AC apenas 24 horas antes de que el barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió proyectara un ascenso de su partido hasta la horquilla de los 8-10 diputados (actualmente tiene dos).
En el libro define a Sílvia Orriols como una persona que ha leído mucho y ha viajado poco. ¿Cómo afecta esto a su visión del mundo?
Ha leído mucho, pero solo de algunos temas muy concretos. Es una persona con poca capacidad de empatizar y, como conoce pocas realidades, se le hace difícil comprender que en la vida no todo es blanco o negro o que, aunque tú no estés de acuerdo con ciertas situaciones, puedas entender por qué suceder. Ha salido muy pocas veces al extranjero.
La anécdota del aeropuerto es muy ilustrativa.
El de 14 julio de 2019, cuando hacía un mes que era concejal, pese a que había ido una vez en autocar a Estrasburgo y otra a Bruselas, acude por primera vez al aeropuerto para un viaje de miembros del pleno de Ripoll a Capranica, un pueblo italiano de 5.000 habitantes al lado de Roma que está hermanado con el municipio catalán. Cuando llegó al aeropuerto, un viernes en pleno mes de julio, se quedó bloqueada. “¿Adónde va toda esta gente?”, preguntó en voz alta. También se colapsó a la hora de tener que pasar por el control de seguridad. Es entonces cuando reconoce al resto de la expedición que nunca había subido a un avión.
Cuenta también que solo come huevos si son de las gallinas de su padre.
Es una persona vegetariana pero no por motivos de salud, no cumple con el estereotipo de vegetariano ecologista hippie y que hace yoga… Come los huevos de las gallinas de su padre y solo toma ratafia. Muchos días no cena, pero al preguntarle por estos aspectos me dijo que no quería hablar de cosas personales.
¿Le ayudó con el libro?
Yo inicialmente tuve buen rollo con ella. Le preguntaba cosas sobre el libro a la hora de cenar y a las seis de la mañana del día siguiente ya me había respondido. Es una persona que se levanta a las 5.15h de la mañana cada día y no tiene carnet de conducir, lo cual afecta a la logística del partido porque combina su papel como alcaldesa y diputada y algunos cuadros le hacen de taxista continuamente. Tiene una cosmovisión totalmente cerrada y anclada en el pasado. Su principal referente es Daniel Cardona, una persona claramente etnicista que decía que un cráneo de Ávila no era igual que uno de la plana de Vic.

El etnicismo de Orriols también queda claro en los textos que recoge su libro, fueron publicados cuando Orriols formaba parte del grupo Els intransigents.
Hasta 2017 su principal obsesión fue “castilla”, que escribe siempre en minúscula, y los castellanos, los horribles apellidos castellanos. Ella dice que prefiere mil veces una Catalunya catalana en España que una Catalunya independiente españolizada. Pero de golpe se olvida de esto y su odio pasa a dirigirse contra los inmigrantes, principalmente los marroquíes.
En esos textos incluso se percibe cierta ambigüedad con el terrorismo o la lucha armada. Hay frases como “Catalunya o muerte” o “Con Catalunya o bajo el cuchillo de los catalanes”
A ella no se le ha visto un solo tuit justificando la existencia de ETA o de Terra Lliure, pero sus referentes son de una época en que había mucha violencia. Su referencia es la Catalunya de los años 30, en la que todo se arreglaba pegando tiros. Es cierto que en sus artículos apela a un belicismo contra España, pero no diría que justifique el terrorismo.
¿Un fenómeno como el suyo podría haberse forjado en un municipio que no fuera Ripoll?
Aquí teníamos [el partido xenófobo] PxC pero iban como pollo sin cabeza, la personalidad de Josep Anglada era muy problemática y el partido era un caos. Hay gente que votaría a Vox por su discurso contra la inmigración islámica, pero discrepa de sus mensajes contra el aborto y a favor del Opus de Ignacio Garriga. Había un espacio libre. Tenemo, por un lado,o el desencanto del procés y a Rufián y a Nogueras tirándose los trastos en el Congreso. Hay mucho independentista cabreado con ganas de depositar un voto de castigo.
Y después están los atentados.
Exacto. Después están los atentados, que surgen del núcleo de Ripoll, con chicos que hablaban catalán y se consideraban integrados. En Madrid, cuando hubo los atentados del 11-M, no había vínculos emocionales con los terroristas. En cambio en Ripoll sí: una de las impulsoras de AC, Margarita Cabello, paseaba el perro con uno de los terroristas, todo el mundo los conocía. Si no hubiera habido todas estas cosas podría haber surgido un PxC independentista, ese espacio había gente que lo intentaba ocupar.
¿Por qué cree que Orriols ha pasado de atacar principalmente a los españoles a centrar sus reproches contra los musulmanes?
Ella la independencia es algo que ya ve como algo a medio plazo, es una desencantada del procés como tantos otros. En cambio el tema de la multirreincidencia, de la delincuencia, se convierte en su obsesión porque sabe que es lo que la gente quiere escuchar. Ella inicialmente recoge el voto de los independentistas cabreados pero ve un filón en la inmigración, como hacen otros partidos. Fíjate que ahora incluso algunos cargos de Vox en Catalunya hablan mucho más en catalán, porque saben que en muchos pueblos hay gente que los votaría por su mensaje contra la inmigración pero no están de acuerdo con otros aspectos de sus políticas. Tienen miedo de que se les vayan votos a Aliança Catalana.
Ella la independencia es algo que ya ve como algo a medio plazo, es una desencantada del procés como tantos otros.
Me interesa el papel de los cuatro jóvenes que están detrás de Orriols en la expansión del partido: Oriol Gès, Jordi Aragonès, Eduard Llaguno y Maiol Sanaüja.
Ellos son los que se llevan a Sílvia Orriols del Front Nacional de Catalunya [FNC, otro partido islamófobo con el que Orriols accedió por primera vez al pleno de Ripoll como concejal] para montar Aliança Catalana. Jordi Casacuberta [del FNC] siempre dice que fueron estos los que “le secuestraron” a Orriols. Son jóvenes que acababan de entrar en el FNC y chocaron con los más mayores. Ven potencial en Orriols y es cuando ella hace el comunicado diciendo que se va del partido. Apenas unos días después registran el partido en una notaría de Ripoll, en pleno confinamiento.
En ocasiones parece que hay mucha distancia entre estos jóvenes admiradores de Donald Trump y Orriols, una mujer que prácticamente no ha salido de su pueblo.
Se complementan y creo que se utilizan mutuamente. El tema es lo que hubiera pasado si en Barcelona hubiesen logrado los 2.000 votos que les faltaron para obtener el 3% de los votos. Habrían pasado automáticamente de dos a cinco diputados en el Parlament. Si hubieran entrado Lluis Arenys, Oriol Gès y Jordi Aragonès al Parlament me gustaría ver qué ha pasado. Porque ellos son ultraliberales en lo económico, trumpistas, y Orriols tiene otro perfil.
¿Quién manda realmente en Aliança Catalana?
Ella, ella y ella. Es cierto que no participa en la expansión territorial del partido: no la hagas ir a una cena con militantes en Tarragona, por ejemplo. El partido a nivel técnico lo llevan estos jóvenes, pero las decisiones de calado las toma ella. Lo que sí hay es una pugna soterrada entre Oriol Gès y Jordi Aragonès [primo del expresidente de la Generalitat Pere Aragonès] para controlar el partido en Barcelona. El primero es un trabajador de La Caixa en excedencia que está contratado por el grupo mixto del Parlament. Aragonès, en cambio, sigue ganándose la vida trabajando como profesor en una escuela concertada.
En el libro dedica un capítulo al papel que tuvo la cadena 8tv a la hora de promocionar Orriols, hasta el punto de llevarla tres sábados seguidos a un programa.
Ella fue a un programa y vieron cómo se disparaba la audiencia. Buscaban perfiles como ella, que hiciera subir la audiencia, y vieron cómo les funcionaba. Y además la cadena contaba con la presencia diaria de Pilar Rahola, que también favoreció que invitaran a Orriols. No es que la llevaran tres sábados seguidos, sino que también programaban repeticiones de las entrevistas durante la semana.
Otro papel destacado es el de los medios españoles de derechas.
Para medios como El Mundo o ABC, el mensaje de Orriols justifica su opinión sobre el etnicismo del independentismo que han estado defendiendo durante todo el tiempo del procés. Al mismo tiempo ven cómo Orriols perjudica a Junts, por esto la entrevistan y la publican en portada.

En el libro también describe cómo en 8tv, fuera de cámaras, Orriols se compadreaba con Rahola y con Antoni Castellà (vicepresidente de Junts). ¿Cuánta culpa tiene Junts del ascenso de Aliança Catalana?
El discurso de Junts contra la inmigración legitima lo que hace Orriols. Ven cómo Aliança Catalana les está robando votos y acaban adoptando una parte de su mensaje ultra: votan contra el reparto de migrantes, piden competencias en inmigración… También tengo que decirte que ERC es igual de responsable de su ascenso: ellos también prometieron Ítaca y la gente se sintió engañada.
Y después, la dirección de Junts aborta una moción de censura contra Orriols en Ripoll que ya estaba pactada.
Cuando en 2023, tras las elecciones, el partido decide no apoyar a un alcalde alternativo, me consta que fue una decisión que tomó la sección local de Junts en Ripoll. En cambio, el pasado enero, cuando Orriols decide presentarse a una cuestión de confianza y la pierde, la oposición tenía 30 días para buscar una alternativa. Estaba ya todo pactado en febrero y fue una llamada de la dirección nacional la que abortó el plan para desbancarla de la alcaldía.
Orriols se la jugó con ese movimiento
Ella sabía que saldría ganando pasara lo que pasara: si la echaban se podía presentar como víctima y se volvía a presentar en las siguientes elecciones. Si la oposición no lograba ponerse de acuerdo, lograría aprobar los presupuestos y allanar el resto de la legislatura. Ella se aprovecha del vacío de poder en Ripoll después de la partida de Jordi Munell, que pasó décadas en el Ayuntamiento y había llegado a ganar las elecciones con Junts con más del 50% de los votos.
¿Cree que hay Sílvia Orriols para rato?
Ahora tiene presupuestos y por lo tanto tendrá más margen en Ripoll. No sé lo que ocurrirá en su pueblo, pero todas las encuestas apuntan a que puede hacer un gran resultado en el Parlament. Lo único que puede ser un hándicap es su salud, que creo que es delicada para el ritmo de vida que quiere llevar. Gestionar la alcaldía y el grupo parlamentario a la vez es mucho trabajo. En todo caso, ella cree realmente que está ungida para salvar el destino de Catalunya. Se lo cree de verdad.
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