Ni una palabra de asumir responsabilidades ni mucho menos de dimitir, como le reclama la oposición. Todo lo contrario, el alcalde de Cullera, Ernesto Sanjuán, ha querido quitar importancia al incendio que provocó un castillo de fuegos artificiales el pasado sábado en la localidad afirmando que “es que por la noche parece que sea más de lo que en realidad ha sido. Lamentamos lo que ha ocurrido, pero nada...al final no ha sido nada...al final, ha sido matorral y ya está”.
Ese “no ha sido nada” son en ralidad 3,4 hectáreas de monte bajo quemado en una montaña anexa al nucleo urbano de la localidad provocado por dichos juegos pirotécnicos que fueron disparados pese a la advertencia expresa del consorcio de bomberos de que debía suspenderse, por encontrarse todo el territori en Nivel 3 de Preemergencia por riesgo extremo de incendios. Pero final el castillo se disparó porque “en ese momento paró un poco el viento”, según declaraciones del propio alcalde recogidas este lunes por La Sexta y El Mundo.
Ernesto Sanjuán no ha comparecido de forma oficial, sino que ha sido asaltado por los periodistas tras un acto religioso, y al parecer no debe tener del todo limpia la conciencia cuando también ha reconocido que “probablemente ahí no tiremos más los fuegos”.
Desde la Generalitat Valenciana el propio President Alberto Fabra ha querido evitar señalar responsables y se ha limitado a manifestar que se ha abierto un expediente para que se investigue lo ocurrido. Situación que contrasta con otras vividas el pasado verano cuando 7 turistas fueron detenidos inmediatamente por provocar involuntariamente un incendio de 1.000 metros cuadrados en un monte también con fuegos artificiales.