“No iremos a ninguna misa mientras desde el mismo púlpito que se vomita odio no haya una disculpa a todas las mujeres víctimas de violencia de género y abusos, a las que estamos a favor del aborto, a las que nos vestimos como queremos y no para provocar, hasta que no se pida perdón a los homosexuales a los cuales se los trata de enfermos, a los hombres que cultiven su cuerpo, a las mujeres que cada día llevemos menos ropa… (entre otras perlas). Lo sentimos pero no”.
Así ha roto relaciones la alcaldesa de Albalat dels Tarongers, Maite Pérez (PSPV), con el joven cura de la parroquia de la Inmaculada Concepción, Vicente Miguel Planells, de 25 años, que obtuvo su primer nombramiento como párroco en verano de 2021 siendo destinado a la iglesia de Albalat dels Tarongers.
Maite Pérez explica que toma la medida tras recibir numerosas quejas de vecinas y vecinos que “se sienten ofendidos con las homilías que se predican desde el altar de la iglesia”. En un escrito firmado por la propia Pérez y por la edil de Educación Carmen Bastante (PSPV), señalan que la medida se ha tomado por los hechos ocurridos “en los últimos meses y esta semana”, por lo que aseguran que la decisión “es nada visceral y meditada en su justa medida”.
Entiende la alcaldesa que “cuando se utiliza un púlpito para faltar, insultar y despreciar, no hay nada a meditar, la decisión es drástica; cero respecto a la intolerancia”. Entienden que “como alcaldesa y concejala, nuestro deber y nuestra obligación es defender y proteger a todos los vecinos y vecinas de Albalat, sean del color que sean y tengan los ideales que tengan siempre que no vulneren ningún derecho, y hemos llegado a la situación en la cual son muchos y muchas las personas que se sienten ofendidas, nosotros entre ellas. Como persona nos repugnan ese tipo de declaraciones”.
Por otro lado subrayan que “recalcamos que rompemos nuestra relación de manera personal, no se rompe la relación del Ayuntamiento con la iglesia. Habrá calderas y flores a la salida de misa y en la entrada de la procesión –las fiestas patronales de la Inmaculada Concepción son la próxima semana–. No se pretende, puesto que los feligreses y feligresas no son responsables de las aberraciones que escupas, pero nuestra dignidad, nuestra educación, el ser mujeres, nuestra ideología y sobre todo nuestra persona no nos dejan compartir espacio con personajes que desprecian con sus palabras, utilizando tres escalones que se creen que le otorgan algún tipo de superioridad moral, cuanto por el contrario no tiene moral ni sentido común”.
Pero tras este escrito, el diario Levante-EMV ha adelantado que la alcaldesa propondrá en el próximo pleno municipal la reprobación del cura, con la que se pretende “proteger a los vecinos y vecinas de Albalat”, muchos de los cuales se han sentido “muy ofendidos” con las palabras del titular de la parroquia.
Según explica la alcaldesa al mismo medio, la reprobación implicaría la no asistencia a las homilías de todos los concejales del Ayuntamiento de Albalat, si finalmente el acuerdo sale adelante. Por otro lado, también se solicitará a instancias eclesiásticas superiores “que tomen las medidas oportunas para que este tipo de discursos no se vuelvan a pronunciar, sin renunciar, desde luego, a la petición de su traslado”.
El párroco lamenta “la tergiversación”
Tras conocer la acusación, el arzobispado de València afirma que el párroco de Albalat dels Tarongers “niega las palabras que se han puesto en su boca” y que se han “tergiversado”. Asegura que “condena absolutamente la violencia contra las mujeres y en ningún caso ha sido su intención ofender a nadie”, obviando así referencia alguna sobre los insultos a las personas LGTBI.
Continúan explicando que el religioso “lamenta enormemente el daño que esta noticia ha hecho a la Iglesia y a quienes se hayan podido sentir ofendidos por la tergiversación de sus palabras y perdona las calumnias realizadas contra su persona”.
Finalmente concluye asegurando que algunos feligreses han contactado con el Arzobispado para asegurar que la versión publicada “no coincide con las palabras del párroco” reafirmando que “se han tergiversado”.