El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante planifica implantar el pago por el acceso al Castillo de Santa Bárbara, pago que desde el ejecutivo municipal del PP se defiende porque “pone en valor el patrimonio cultural de la ciudad y contribuye a su mantenimiento, mejora y modernización”.
No obstante esta propuesta está siendo criticada por formaciones como Compromís que la rechaza que se cobre una entrada a les visitantes “hasta que no tenga un plan de restauración, usos y proyección”.
Pero la concejalía de Hacienda, que dirige Toni Gallego, ha anunciado que trabaja en dos ordenanzas, una que afectaría a la fortaleza por excelencia de la ciudad, y otra para cobrar también en infraestructuras culturales como el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), la sala de exposiciones de la Lonja del Pescado, el complejo cultural de Las Cigarreras, el Museo de las Hogueras o el de Belenes.
Gallego ha explicado que “son muchas las ciudades de España e incluso de nuestra provincia que cobran una entrada para acceder a sus monumentos y museos”. “En esta línea creemos razonable que Alicante se plantee abrir una línea complementaria de ingresos para contribuir al sostenimiento del patrimonio además de la que ya aportan los alicantinos con sus impuestos”, ha añadido.
Esta iniciativa también contempla la puesta en marcha de una tarjeta ciudadana digital que incluiría bonificaciones que van desde la gratuidad a precios reducidos o descuentos especiales. Esta tarjeta ciudadana digital se está desarrollando en paralelo a los borradores de las ordenanzas fiscales por parte de la concejalía de Innovación, Informática y Agenda Digital que dirige Antonio Peral.
“Solo buscan beneficio económico”
Desde Compromís se ha criticado las pretensiones del cobro del gobierno del PP, y además de señalar que no lo comparten al menos “hasta que no tenga un plan de restauración, usos y proyección”, también ha acusado al ejecutivo de Luis Barcala de que “está hundiendo nuestro patrimonio. Solo buscan beneficio económico”.
La formación valencianista insiste en defender la tasa turística en toda la ciudad “no solo para el Castillo y museos”, por lo que añaden que “hasta que no tengamos ese plan de usos no negociaremos ningún cobro por entrar, mucho menos a residentes”.