El vicepresidente de la Diputación de Alicante y alcalde de Busot, Alejandro Morant, ha alegado que se siente “perseguido, acosado y coaccionado” cada vez que publica sus opiniones sobre cuestiones de actualidad en sus perfiles de redes sociales. “En una democracia, como la que queremos defender, la libertad de expresión es uno de los primeros derechos fundamentales”, ha hecho notar.
Morant se ha referido así a la polémica por sus manifestaciones en Facebook, el pasado miércoles, en las que aseguraba, entre otras cosas, que “ver un debate en el Congreso de hoy en día, se asemeja a aquel año 1936 en el que anarquistas, socialistas, comunistas, radicales de izquierda, nacionalistas vascos y catalanes y toda esa camarilla, por intereses económicos, territoriales e ideológicos” sumieron a España “en un auténtico caos”.
En declaraciones a Europa Press, Morant ha añadido que con el calificativo “mierda de democracia” hacía referencia al supuesto escupitajo lanzado por un diputado de ERC contra el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en el Congreso y que, a su juicio, supone que la actual democracia española no es “ni limpia ni real”.
“Es defectuosa, no puede ser que un diputado escupa a un ministro y no pase nada; es una democracia que está por definir o hay que mejorarla”, ha continuado y ha señalado: “Y por eso dije que es una 'mierda de democracia', porque no me cabe en la cabeza que en una democracia auténtica y real, un diputado pueda escupir a un ministro”.
Por su parte, en relación a la afirmación en que apuntaba a que la situación política actual se asemeja a la de 1936, Morant ha indicado que se trata de una “corriente que hay por ahí”, y ha puesto como ejemplo un documental de televisión en el que, según ha indicado, se subraya que “la situación de convivencia, crispación y tensión en los años previos a la Guerra Civil, es similar a la actual”.
“En parte tienen razón”, ha argumentado y se ha preguntado sobre “qué problema hay en que haya una similitud temporal e histórica, ¿no lo puedo decir que hay una similitud? No sé dónde puedo llegar”, ha dudado sobre sus manifestaciones públicas, y ha negado que desde la dirección del PP se le haya contactado para hablar sobre la cuestión.
“En los Derechos Humanos y en una democracia, como la que queremos defender, la libertad de expresión es uno de los primeros derechos fundamentales, y yo no puedo ni hablar: ya está bien”. “Estoy sorprendido y preocupado porque se me coarta la libertad de expresión y se me persigue”, ha afirmado y ha apostillado: “No me van a callar nunca, nadie”.