Ni una quinta parte de lo enterrado en el complejo de la Ciudad de la Luz, 500 millones de euros desde el año 2000, recuperará la Generalitat en el proceso de subasta que arranca con la supervisión de la Unión Europea. La venta de los activos inmovilizados de la empresa pública se retoma tras la suspensión de la segunda fase de la subasta iniciada por el PP y que el actual Consell paralizó el verano pasado para renegociar las condiciones impuestas por la Comisión Europea.
El consejero delegado de Ciudad de la Luz, Miguel Mazón, considera que la venta en seis lotes de los edificios del complejo sobre una superficie de 366.000 metros cuadrados no es la que le gusta, pero ha reconocido que ha arrancado de Bruselas que la rebaja mínima que pueden ejecutar los interesados pase del 20 al 50 por ciento del precio de salida, 94,4 millones de euros.
El proceso de subasta comienza ahora, a mediados de abril se cerrará la recepción de ofertas y en junio, si todo va bien la Generalitat solo será propietaria del Centro de Estudios, de las Oficinas y del edificio de restauración.
Plan de negocio
La venta por lotes no es lo que más le gustaba a la Generalitat, pero como poco se ha logrado que las ofertas vayan acompañadas de un plan de negocio que impida actitudes especulativas sobre el complejo.
Se trata de “la necesidad de que todo el que quiera concursar tiene que presentar un plan de negocio o empresarial”, recalca Mazón, que apunta: “usted qué quiere hacer”.
Sin embargo, Bruselas ha mantenido a capa y espada aceptar cualquier actividad aunque no sea cinematográfica. La clasificación del suelo se mantiene como “no urbanizable común”, en una zona de uso “recreativo” y “terciario” y con los usos compatibles como restauración, administrativo, almacenes y talleres, comercial y aparcamiento.
En total, se verán desafectados los seis platos, el edificio de producción, los talleres y almacenes y dos blacklots, uno de ellos con el foso de rodaje y las instalaciones de bombeo de agua. Por ello, quedan excluidos de la subasta los tres edificios correspondientes al Centro de Estudios Ciudad de la Luz, las Oficinas y el de Restauración.
Para el consejero delegado es “un buen momento” para la venta de Ciudad de la Luz para “determinados sectores económicos”. “Las rentabilidades de las entidades financieras es cero. Por lo que hay mucha liquidez de las grandes empresas que no saben dónde invertir”, opina Mazón, que califica la subasta de “oportunidad histórica”.
Mazón ha avanzado que la semana que viene iniciará el proceso para liquidar la Fundación vinculada al centro y que se estudia qué futuro dar a los tres edificios que permanecerán bajo tutela de la Generalitat y que no ha descartado que puedan ser enajenados en un futuro.